La Vanguardia

El orgullo de ser enfermera

- CRISTINA SEN

AROA LÓPEZ

Supervisor­a de urgencias del Vall d’hebron dio voz a la lucha de sanitarios y trabajador­es esenciales en el funeral de Estado

“La cohesión, el talante y el esfuerzo de todo el equipo ha sido lo mejor de estos meses tan duros”

Aroa López no le dio muchas vueltas a la hora de preparar y pensar las palabras que pronunció el jueves en el funeral de Estado por las víctimas de la Covid-19. “Me salió de un tirón, tal com raja”, explica. Del tirón porque tenía claro que lo que quería era homenajear a todos sus compañeros, a todos los trabajador­es que han estado en primera línea contra el coronaviru­s. Y ella, aunque portavoz el jueves, se siente sobre todo una más.

La supervisor­a de urgencias del hospital Vall d’hebron habla orgullosa de su profesión, la enfermería, que ejerce en este centro sanitario desde el 2003. Por sus compañeras y compañeros quería aguantar bien el temple durante el funeral, solemne y austero, pero con las miradas puestas de toda la sociedad. Sentada en el Patio de Armas del Palacio Real sintió, de nuevo, la carga emotiva de todos estos meses. “Revives, repiensas sobre lo que ha pasado, a nivel físico y emocional”.

Aroa López tiene 40 años, dos hijos gemelos de siete y vive en Mollet. Junto a su pareja han sido los que la han esperado en casa cada día durante los meses interminab­les cuando los hospitales apenas daban abasto. Sus hijos saben bien en lo que trabaja su madre y son, explica, “los más conciencia­dos sobre las medidas de precaución que hay que tomar, más que muchos adultos”. Con su pareja ha podido hablar y desfogarse cuando llegaba a casa, que no era el mejor momento.

Después de estar en primera línea, después de tener que acompañar a personas que mueren solas, de hablar con sus familiares por videoconfe­rencia, de las urgencias llenas y las decisiones rápidas, se siente una persona distinta. “Esto nos ha cambiado a todos”, subraya.

Habla sobre todo de su equipo, de sus compañeros, del trabajo en grupo como el gran tesoro que le deja la dura experienci­a. “La cohesión, el talante, el esfuerzo, el apoyo entre todos ha sido lo mejor”.

La sociedad ha descubiert­o durante todos estos días lo que es la enfermería, lo que significa una profesión que se dedica al cuidado de los demás, indica. Y por ello en su discurso destacó la importanci­a de “cuidar a los que cuidan”. “Creo –dice– que la sociedad no lo olvidará, ahora saben lo que hacemos, saben que cuando alguien te cuida, se nota”.

Como también se nota por lo que ha pasado. “Es verdad que estas experienci­as duras te hacen apreciar las pequeñas cosas de la vida”, y ahora lo que quiere sobre todo es compartir más tiempo con su familia y sus amigos. No le hace falta ninguna otra cosa para relajarse.

Aroa López pone siempre al grupo, a los profesiona­les que han estado en primera línea, por delante de ellas misma. Sabe por experienci­a propia lo que es estar en la UCI, donde tuvo que pasar 11 días en el 2016 debido a la gripe A. Una experienci­a que relató para Proyecto Hu-ci, dedicado a humanizar los cuidados intensivos, pero que no ha querido destacar estos días, centrada en hablar sobre el colectivo.

Once días en los que le tuvieron que inducir un coma y donde los peores recuerdos llegan cuando empezó a despertar. El tubo en la garganta la indefensió­n, el dolor, la imposibili­dad de comunicars­e…

“Saber que dejas tu vida en manos de tus compañeros, que se van a dejar la piel para salvarte, que van a luchar a tu lado. ¡Podéis imaginar lo que se siente cuando sabes que te van a dormir y no sabes lo que va a pasar! Recuerdo los ojos de los profesiona­les que me atendieron, su mirada de preocupaci­ón. Mi vida era su trabajo”. Ella lo vivió, sabe de lo que habla, y conoce en carne propia el valor del trabajo de sus compañeros.

Antes de que empezase el jueves el funeral de Estado, esta enfermera que estudió en la Escuela de Enfermería de la Universida­d de Barelona departió un rato con el rey Felipe VI y con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. Trataron sobre los rebrotes, la necesidad de que la sociedad esté conciencia­da.

Ella confía en esta responsabi­lidad social pero recuerda que con solo una persona que haga caso omiso de las recomendac­iones sanitarias el esfuerzo colectivo puede irse al traste.

“Hemos vuelto a entender, mejor que nunca, por qué elegimos esta profesión: para cuidar y salvar vidas”, decía el jueves en su discurso. Y es que las enfermeras, recuerda, acompañamo­s a las personas desde que nacen hasta que mueren. Somos nosotras las que estamos allí.

El allí de estos meses ha sido mucho más duro, y como subraya va a dejar una huella de por vida en todo el personal sanitario. Ella misma, con su equipo, fue la encargada de remodelar las urgencias de la Vall d´hebron para hacer frente a la pandemia.

Con dos personas de su equipo acudió el jueves a Madrid. Para ella fue un honor hablar, por todos y por las enfermeras.

 ?? MARISCAL / EFE ?? La enfermera Aroa López en el momento de su intervenci­ón en el funeral de Estado por las víctimas de la Covid
MARISCAL / EFE La enfermera Aroa López en el momento de su intervenci­ón en el funeral de Estado por las víctimas de la Covid

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