La respuesta buscada
El teléfono suena a las 17.11 h, y cuando contesto, alguien dice: “Hola, soc el teu poeta de guàrdia”. Reconozco a Martí Sales, y él oye mi teclado. Al entender que estoy escribiendo esta crónica, comenta que ya ve cómo su voz se va transformando en letras negras sobre fondo blanco. Pero, ¿qué es un poeta de guardia? Según el romántico Percy Bysshe Shelley, los poetas son los legisladores del futuro. Tienen la respuesta que todos buscamos en los momentos difíciles. Andreu Gomila, Josep Pedrals y el propio Sales le tomaron la palabra, y se organizaron durante el confinamiento para que, cada día, un colaborador distinto leyera un poema en
Twitter.
Ahora, en el marco del
Festival Grec, han llevado esta experiencia al teléfono, inspirados por una iniciativa del
Théâtre de la
Ville de París.
Así, quien lo solicita mediante inscripción previa oye como le recitan un poema al oído. O bien uno de ellos tres, o la también poeta Maria Cabrera, o los intérpretes profesionales Sílvia Bel, Lluís Soler, Anna Alarcón, Iván Morales y Alba Pujol. Puedes elegir el tema; la mayoría quiere versos alegres, que hablen de esperanza. Cada llamada dura diez minutos, hacen un máximo de seis cada hora, y apenas han quedado huecos libres. Sales me llama desde la biblioteca de los Pedrals, donde las paredes están cubiertas por estanterías repletas de libros. Dice que han pasado por la casa de Vicenç Altaió, y por la de David Castillo, y por el estudio del artista Frederic Amat, entre otros.
Lee la Balada [de bona doctrina], de François Villon, traducida por Andreu Subirats y publicada en Labreu. Y luego, como está de buen humor, incluye un bonus track: Dimònies, de Blanca Llum Vidal. Muchas de las llamadas que han hecho eran una sorpresa para quien las recibía. En ocasiones, desde la otra punta del mundo. Alguna fue un regalo de despedida, después de que una pareja cortara. Una vez, quince personas escucharon el poema a través del altavoz y aplaudieron. Los hay que lloran. Se establece una intimidad muy bonita, dice Sales, una conversación de tú a tú muy cercana.
A una semana justa de la más incierta fiesta del Libro y la Rosa, Manuel Llanas presenta La Canuda i el comerç del llibre vell, en el exterior de la Fàbrica Lehmann, donde está la sede de la editorial Comanegra. El éxito de asistencia es total. Lo acompañan Santi Mallafré, propietario de la emblemática librería, el escritor y anticuario Artur Ramon, y un busto de Miguel de Cervantes. Mientras tanto, la Casa del Libro de Rambla Catalunya ha convocado una Trobada Literària, con música en directo y aforo máximo de sesenta y cinco personas. En el primer turno, firman ejemplares Toni Cruanyes, Gemma Ruiz Palà, Enric Calpena y Núria Pradas; en el segundo, Laia Aguilar, Montse Barderi y Empar Moliner. Está previsto que varios autores del Grup 62 estén el sábado
Quien lo solicita mediante inscripción previa oye como le recitan un poema al oído
en la Abacus, y el viernes, en la librería Adserà de Tarragona, como Pilar Rahola o Carlota Gurt. Pero no hay nada claro.
Nos hemos acostumbrado a que los actos presenciales se combinen con los virtuales. Y en el Instagram de la ACEC, el director de Altaïr Magazine, Pere Ortín, habla con José Montfort sobre la revista y los viajes. Rodeado de un gran equipo, la idea es enfocar el viaje como una manera de entender mejor el mundo: “No tiene sentido contar el viaje igual que en el siglo XX –dice–, tradicionalmente el viajero era un macho occidental que superaba retos y transitaba por lugares indómitos; era fundamental romper ese cliché y aportar otras miradas que completen la que podamos tener cuando viajamos”. Buscar esas miradas es el eje de la publicación, reformulada tras la crisis de 2008. También lo es buscar la belleza y la calidad. No sólo se trata de hablar del desplazamiento físico, también existe el viaje en la literatura, la música o los videojuegos. Entre sus colaboradores habituales esán Leila Guerriero, Juan Villoro o Martín Caparrós.
También ha trabajado con ellos y ha viajado mucho Gabi Martínez, que el martes presentaba Un cambio de verdad en el Instragram de Biblioteques de Barcelona, acompañado de la periodista Rosa Badia. Martínez tiene un ojo hinchado porque le picó una abeja mientras respiraba aire de colmena hace unos días, cuenta. Y Badia bromea: “Fíjate que yo creí que íbamos hablar de ovejas, y no de abejas”. Porque, publicado en Seix Barral, el libro recoge la experiencia del autor como pastor en la llamada Siberia extremeña, donde nació su madre. Allí hay cigüeñas negras, y buitres negros y merinas negras criadas en ecológico. “Existe un cambio estético, que es el que podemos tener muchos en el alma”, explica, “y luego está el esencial, el que te transforma”. Ese cambio que da título al libro es el mismo por el que él sigue manteniendo un lazo real con las personas que conoció y con el territorio donde estuvo viviendo durante meses, sin más electricidad que la del generador un par de horas por la noche, acompañado de la mastina Siria. “Tenía techo, agua y fuego –dice–, para mí era suficiente”. Hubo un momento en el que no supo si sería capaz de escribir este libro, y asegura que fue una experiencia curiosa y aleccionadora. Hasta que dio con la respuesta.