¿Para qué sirven decenas de excrementos humanos de hace 14.000 años?
Aprimera vista, no parece que tener decenas de coprolitos (excrementos fosilizados) humanos de hace 14.000 años sea algo extremadamente ilusionante. No sería el mejor regalo de Navidad ni tampoco el mejor detalle para llevar a una cena de amigos. A no ser, claro, que fuera una reunión de arqueólogos. En ese caso, todo cambia. Porque, en los últimos años, los investigadores están sacando mucho provecho a las heces antiguas. En Estados Unidos, por ejemplo, un equipo de la Universidad de Newcastle ha podido determinar los restos humanos más antiguos fechados en el hemisferio occidental a partir de las deposiciones secas.
Las evidencias encontradas en las cuevas de Paisley (Oregón) entre el 2002 y el 2010 confirmarían la teoría de que hubo una comunidad pre-clovis que se repartió por Norteamérica. Durante la mayor parte del siglo XX se pensó que los primeros habitantes de las Américas pertenecían a un solo grupo conocido como Clovis, que dejó grandes y distintivas herramientas de piedra al final de la última edad de hielo (entre el año 11250 y el 10600 antes de Cristo). Ahora, dicen los especialistas en la revista Science Advances , se empieza a aceptar que había varios grupos en el continente antes de esta cultura. El problema es que los primeros sitios pre-clovis descubiertos solo contienen artefactos líticos que no se pueden fechar directamente. De ahí que poder analizar el ADN de los coprolitos sea un instrumento tan importante.
Pero no crean que con eso está todo solucionado. Aunque los estudios del genoma antiguo, especialmente de los humanos, se ha convertido en una técnica popular, todavía es considerado por algunos investigadores como una forma poco fiable de identificar si las personas vivían en un lugar determinado, ya que aún no se sabe cómo los coprolitos se conservan y se mueven entre el resto de sedimentos. No es de extrañar que se abriera un debate sobre las heces de Paisley, especialmente desde que se determinó que el agua (de lluvia, probablemente) circulaba periódicamente a través de las cuevas.
Los humanos entraron por primera vez en América del Norte hace entre 20.000 y 15.000 años atrás. Anteriores dataciones por radiocarbono de los excrementos del asentamiento de Oregón mostraron que los indígenas vivían allí hace al menos 12.400 años y usaban herramientas de piedra muy diferentes de la cultura Clovis. Las evidencias fueron ahora estudiadas desde un punto de vista diferente, fijándose en los lípidos (compuestos moleculares orgánicos que incluyen grasas, aceites, esteroides y otras señales biológicas). Los análisis determinaron que las heces preservadas con ADN mitocondrial nativo americano fueron depositadas hace entre 14.400 y 14.000 años.