La Vanguardia

Sin abrazos ni apretones pero con cordialida­d y regalos

- BRUSELAS

Sentados a una buena distancia unos de otros, 24 hombres y 5 mujeres enmascarad­os dieron ayer comienzo a la cumbre de los dirigentes de la Unión Europea en Bruselas, en un ambiente excepciona­l que no impidió el cumplimien­to de algunas tradicione­s. Los presentes iniciales sirvieron para calentar un poco el ambiente –sin estrechone­s de mano, ni abrazos, con la tensión por lo que se juegan unos y otros–, pero poco más. Allí estaban los 27 jefes de Estado y de Gobierno, encabezado­s por el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen. Nadie pasó por alto que había dos aniversari­os que celebrar: Antonio Costa, primer ministro portugués, cumplió ayer 59 años, mientras que Angela Merkel, canciller alemana, alcanzó los 66. La teutona se llevó algunas botellas de borgoña de parte de Emmanuel Macron, chocolates belgas ofrecidos por Charles Michel y una traducción al alemán de la novela La ceguera de José Saramago, donada por el portugués António Costa.

El austriaco Sebastian Kurz ofreció un regalo dulce, una sachertort­e, el famoso pastel vienés de chocolate. La canciller entregó a Costa un facsímil de un mapa del siglo XVII de Goa y el catálogo de una exposición sobre navegantes portuguese­s. Los finlandese­s, cercanos en sus posiciones a los llamados frugales –Austria, Países Bajos, Suecia y Dinamarca– no ofrecieron ningún regalo. Para esta primera cumbre presencial desde hace casi 5 meses, las delegacion­es se han limitado a 5 personas, frente a una veintena antes.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain