‘Parabéns’, Gisele Bündchen
La top brasileña que fue descubierta comiendo una hamburguesa cumple 40
suerte de Gisele Bündchen va ligada a una hamburguesa. Tenía 14 años y estaba de viaje de fin de curso con sus compañeros en São Paulo. Mientras deglutía, entre risas, comida rápida, un ojeador de la agencia Elite vio la belleza que irradiaba esa adolescente de piel tostada y ojos claros. A partir de ese momento su destino cambió de rumbo: convertirse en la modelo más rica del mundo. Hoy, la top brasileña cumple 40 años rodeada de la familia que ha creado con su marido, el jugador de fútbol americano Tom Brady, alejada de las pasarelas, pero convertida en todo un mito en la industria de la moda.
Gisele es hija de brasileños descendientes de alemanes. Su padre, Valdil, era propietario de una agencia de colocaciones, y su madre, Vania, era empleada de banca. Nació y creció en Horizontina, en Rio Grande do Sul (Brasil), junto a sus cinco hermanas: Raquel, Graziela, Gabriela, Rafaela y Patricia, que es melliza suya.
A los 16 años se mudó a Nueva York sin hablar una palabra de inglés. A pesar de su belleza, Gisele se pasó dos años yendo a castings diarios y presentándose a concursos de belleza en los que no lograba hacerse con el primer puesto. Y es que los agentes le criticaban su nariz. Ella misma confesó años después que antes de empezar su carrera de éxito fue rechazada hasta 42 veces por su físico. “Recuerdo que me decían que mi nariz era demasiado grande o que mis ojos eran demasiado pequeños, que nunca podría aparecer en la portada de una revista”. Pero en 1998 logra su primera portada para la edición británica de Vogue, que considera que su cuerpo pone punto y final a las modelos flacas del estilo Kate Moss y marca el retorno de la modelo sensual.
Antes de los 20 años ya se convierte en imprescindible para todos los diseñadores en activo y protagoniza infinidad de campañas publicitarias. Hasta el 2017 encabezó la lista de modelos mejor pagadas durante 15 años consecutivos. Como ejemplo, en el 2015, año en el que se retiró de las pasarelas, ganó 44 millones de dólares, 35 más que las dos siguientes de la lista, Adriana Lima y Cara Delevingne.
Un momento clave en su vida fue cuando en el año 2000 se une a los ángeles de Victoria’s Secret. Ese año empezó a salir también con Leonardo Dicaprio. También probó suerte en el mundo del cine, donde tuvo papeles secundarios en la película Taxi en el 2004 y en El diablo viste de Prada en el 2006; en el 2008 protagonizó el documental Coraçao vagabundo.
Gisele lleva 11 años casada con el quarterback Tom Brady, con quien tiene dos hijos, Benjamin, de 10 años, y Vivian Lake, de 7, pero su relación empezó con un gran reto: “Dos meses después de iniciar nuestra relación, Tom me dijo que su exnovia (la actriz Bridget Moynahan) estaba embarazada. Al día siguiente, la noticia estaba en todas partes y sentí que mi mundo se había puesto patas arriba”, reveló en su libro de memorias Lessons: my path to a meaningful Life (Lecciones: mi camino hala
Su relación con su marido empezó con un gran reto: la exnovia del deportista estaba embarazada
cia una vida plena), que publicó en el 2018. La pareja superó esa situación, aunque ella confiesa que “no fue un momento fácil; no sabía qué hacer, fue uno de esos momentos que no sabes si salir corriendo”. Ahora, ese primer hijo del deportista, Jack, de 11 años, es uno más en la familia de Gisele.
Pero no todo ha sido éxito en la vida de esta mujer. En sus memorias, la supermodelo confiesa que sufrió ataques de pánico que le provocaron pensamientos suicidas cuando estaba en lo más alto de su carrera. La primera vez ocurrió en el año 2003 en un avión; luego le siguieron más episodios. “Era como si todo fuera a matarme. Primero fueron los aviones, luego los ascensores. Después los túneles y hoteles; las agencias de modelos y los coches. Ahora era mi propio piso. Todo se había convertido en una jaula, o era el animal atrapado en el rior, jadeando para respirar. veía una salida, y no podía so tar otro día sintiéndome así”, narra en un fragmento del libro.
Con ayuda de un experto y medicación superó su peor momento. Fue entonces cuando decidió que tenía que cambiar por completo su estilo de vida. “Fumaba, bebía una botella de vino y tres frappucinos de moka al día y lo dejé todo de golpe. Pensé, ‘si estas cosas son de alguna manera la causa de mi dolor, tengo que eliminarlas”, admite. Un daño colateral fue Dicaprio, con quien rompió tras cinco años de relación. Y decidió comenzar una vida más tranquila en la que el yoga y la meditación juegan desde entonces un papel fundamental.