Muere Biri Biri, leyenda sevillista
El gambiano llegó a la Liga en 1973, con la ansiada apertura a los extranjeros
Después de años de cierre de fronteras y autarquía futbolística, la Liga española abrió de nuevo la puerta a los futbolistas extranjeros en 1973. Fue el desenlace de una pelea muy dura y muy larga que lideró el Barcelona. Por esta vía llegaron (se permitían dos por equipo) Cruyff y Sotil al Barça, Heredia y Ayala al Atlético, Netzer y Pinino Mas al Madrid, Jara y Salif Keita al Valencia, Arrúa y Diarte al Zaragoza, Roberto Cino y Ortiz Aquino al Espanyol, Montero Castillo y Echecopar al Granada... Futbolistas que en general marcaron una época, dejaron su sello y llenaron de color un fútbol gris en el que eran más noticia los desmanes arbitrales que los goles.
También en Segunda se permitieron extranjeros y por ahí llegó el gambiano Alhaji Momodo Njle, conocido futbolísticamente como Biri Biri, al Sevilla.
Había estado a prueba en el Derby County de Brian Clough y pasó por el B. 1901 danés antes de recalar en el Sevilla. Personaje simpático y de fútbol desinhibido, se convirtió en un símbolo del sevillismo y un año más tarde ya tenía una peña de seguidores sevillistas, hoy en día convertida en el grupo ultra Biris Norte.
Biri Biri, fallecido ayer a los 72 años al no poder superar una reciente intervención quirúrgica, no es ni uno de los jugadores sevillistas con más partidos, ni uno de los más goleadores (109 partidos, 34 goles), pero dejó huella. “La gente me quiere, y yo quiero a Sevilla”, comentó en una visita reciente a la capital andaluza, donde en el 2017 se le tributó un homenaje y se le entregó la medalla de oro del club ante un Sánchez Pizjuán enfervorizado con el regreso de su ídolo de los setenta. En Valencia se patentó con su nombre una mezcla de ginebra con jarabe de naranja que sigue presente en el mercado.