VISITA REAL A POBLET ENTRE PROTESTAS
Felipe VI, conde de Barcelona, recuerda que la abadía es “una reserva espiritual”
Los Reyes visitaron ayer el monasterio de Santa Maria de Poblet en su gira autonómica, donde fueron recibidos por el abad, Octavi Vila, acompañados por el ministro Illa y la delegada del Gobierno en Catalunya, y sin representación de la Generalitat ni municipal.
El monasterio había sido blindado por los Mossos debido a las protestas, que acabaron con un detenido.
La visita de los Reyes a Catalunya, dentro de la gira por las diferentes autonomías, se limitó ayer a un recorrido por el monasterio de Poblet, donde el actual conde de Barcelona visitó, entre otras dependencias, el panteón de sus antecesores . Durante algo más de una hora, Felipe y Letizia permanecieron en el interior de la abadía, sin más testigos que los representantes de los medios de comunicación, con el abad, Octavi Vila, y el prior, Rafael Barrué, como anfitriones y la compañía del ministro de Sanidad, Salvador Illa, y la delegada del Gobierno, Teresa Cunillera.
Catalunya ha sido la primera comunidad autónoma, dentro de la gira que están efectuando, en la que los Reyes no han estado acompañados por ningún representante público, en este caso, ni de la Generalitat, ni del Ayuntamiento de Vimbodí i Poblet, término municipal al que pertenece el monasterio.
El recinto estaba cerrado al público y los Mossos d’esquadra blindaron el perímetro, impidiendo el acceso de varios grupos independentistas. Algunos burlaron los controles accediendo a través del campo, aunque solo pudieron acercarse, en distintos puntos, a cien metros del recinto. Unas ochocientas personas esperaron la llegada de los Reyes cantando una versión de la canción Bella Ciao, denominada Adeu corona, que alternaban con consignas contra el Rey.
En un momento, uno de estos grupos se enfrentó verbalmente a otro que portaba banderas catalanas y españolas. Los Mossos impidieron el contacto entre los dos grupos, permitiendo avanzar más cerca del monasterio a las personas que aplaudían la presencia de los Reyes.
Felipe y Letizia aterrizaron en el aeropuerto de Reus poco antes del mediodía y se desplazaron en coche hasta Poblet. Allí les esperaba el abad y el prior, con quienes visitaron en primer lugar, una sala donde se exponen obras del pintor Guinovart. Posteriormente pasearon por el claustro y pasaron a la iglesia para admirar el retablo de alabastro que data del siglo XVI, aunque ha sido varias veces restaurado.
El panteón real, donde se encuentran enterrados los condes de Barcelona, título que actualmente ostenta Felipe VI, fue la siguiente parada. Allí, en el libro de honor, el Rey dejó constancia de su visita reconociendo a Poblet como “una parte importante de nuestra reserva espiritual” y de la historia al “custodiar a los antiguos reyes de la Corona de Aragón”.
La visita de los Reyes acabó en la biblioteca del monasterio, donde se encuentra depositado el archivo del president Tarradellas. Entre otros documentos, el Rey ojeó las cartas que se cruzaron Tarradellas y el rey Juan Carlos, e n 1981, poco antes del 23-F. Tras compartir un refrigerio con los monjes, Felipe y Letizia regresaron a Madrid. Para más adelante queda la segunda parte de la visita que debía tener lugar por la tarde en Barcelona.
En el exterior se produjeron enfrentamientos entre los Mossos y un grupo de manifestantes, en los que fue detenido el secretario del alcalde de Montblanc, Josep Andreu (que encabezaba la marcha), por un presunto delito de desórdenes públicos. Horas después, fue puesto en libertad con cargos.
A raíz de estos hechos, el president Quim Torra, pidió ayer al jefe de los Mossos, Eduard Sallent, un “informe completo sobre los incidentes registrados en Poblet”. Torra recordó a Sallent que los Mossos “tienen entre sus funciones garantizar el ejercicio de derechos fundamentales como el de manifestación o el de libre expresión”.
SEGUNDA PARTE El recorrido por Barcelona se aplaza hasta que se levanten las restricciones
SEGURIDAD Torra pide al comisario jefe Sallent un informe de los enfrentamientos con los manifestantes