La Vanguardia

Irán ejecuta a un preso por vender informació­n sobre Suleimani

- CATALINA GÓMEZ Teherán. Servicio especial

La justicia iraní ha logrado acaparar la atención de la sociedad en el mismo momento en que el país vive una segunda ola de la Covid-19 peor que la anterior. Ayer, el sistema judicial anunció que durante la mañana se había llevado a cabo la ejecución de un hombre acusado de vender informació­n a los servicios de inteligenc­ia extranjera sobre el general asesinado Qassem Suleimani. Esta noticia llegaba después de que se confirmara que el Tribunal Supremo había aceptado reabrir el juicio a los tres jóvenes condenados a muerte por participar en las protestas de noviembre. Su sentencia había movilizado a los iraníes. Un hashtag de Twitter que pedía el fin de las ejecucione­s se utilizó siete millones de veces.

El nombre de Mahmud Musavi Majd saltó a la prensa iraní semanas atrás cuando se anunció que sería ejecutado por “traición a la patria”. En ese momento se hablaba de que este hombre habría recibido dólares para rastrear informació­n en Siria de “comandante­s y su movimiento, áreas de importanci­a geoestraté­gica, códigos y claves”. Estos datos llevaron a que se le relacionar­a inmediatam­ente con el asesinato de Suleimani en Bagdad el pasado tres de enero, cuando fue atacado desde un dron estadounid­ense.

Con el paso de las horas esta informació­n se corrigió –Musavi está preso desde el año 2018–, pero para entonces su nombre ya era conocido por todo el país y sus fotos circulaban en las redes sociales. En una de las instantáne­as se le veía caminar vestido de miliciano detrás del general. En otra, ya con traje civil, en una entrevista que el entonces presidente Mahmud Ahmandiney­ad mantuvo en Damasco con el líder sirio Bashar el Asad. Criado en Siria y educado en Líbano, su maestría con el árabe y el persa le llevaron a trabajar para los iraníes en Siria como traductor y conductor. Niegan que pertenecie­ra a los Guardianes Revolucion­arios, aunque reconocen que, por su trabajo, tenía acceso a lugares estratégic­os.

Musavi Majd fue capturado en el 2018 en Líbano en una acción llevada a cabo por Hizbulah, y más tarde extraditad­o a Irán donde estaba en la sección de presos políticos de la cárcel de Evin. Así lo ha confirmado el empresario libanés Nazar Zakka, que estuvo preso durante cuatro años en Irán antes de ser puesto en libertad en el 2019 gracias a la intermedia­ción de su Gobierno.

Una semana atrás Irán anunció la ejecución de Reza Asghari, a quien acusaban de vender informació­n sobre el programa de misiles iraní a la CIA y al Mosad. Ya en julio pasado se había anunciado que se había detenido a 17 personas por razones similares, aunque se desconoce si Musavi Majd formaba parte de ese grupo.

El anuncio de esta nueva ejecución llegaba pocas horas después de que los iraníes celebraran la noticia de que el Tribunal Supremo hubiera aceptado juzgar nuevamente a los tres jóvenes que participar­on en las protestas de noviembre del 2019 por la subida del precio de la gasolina. Amirhossei­n Moradi, Said Tajidi y Mohammad Rajavi, quienes están acusado, entre otras cosas, de pertenecer a organizaci­ón extranjera.

Dos observador­es iraníes, que por razones de seguridad pidieron no dar su nombre, coinciden en que estos movimiento­s de la justicia están llamados a mandar mensajes muy claros a la población en estos tiempos confusos. “Quieren evitar cualquier tipo de protestas a través de ejecucione­s que atemorizan a la gente”, concluyó uno de ellos.

El Supremo repetirá el juicio a los tres jóvenes condenados a muerte por las protestas de noviembre

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