Los templos griegos ya contaban con rampas accesibles
Investigaciones recientes en yacimientos de la Antigua Grecia indican que, al menos en lo que hace referencia a la vida religiosa, se tuvo en cuenta a las personas con necesidades especiales. Por eso algunos templos se adaptaron para ofrecer accesos adecuados a toda la comunidad, según revelan los arqueólogos de la Universidad Estatal de California en la revista Antiquity.
Las rampas estaban especialmente presentes en santuarios curativos que acogían a una gran proporción de visitantes con discapacidades, aunque esas entradas habían sido ignoradas por los arqueólogos hasta ahora. Una vez confirmado este extremo, estos edificios se han convertido en la evidencia más antigua conocida de sociedades que adecuaron su arquitectura a las necesidades de todos los miembros de la comunidad.
La investigación liderada por la doctora Debby Sneed reevaluó la situación geográfica de las rampas y reveló que las pendientes sin escaleras de varios templos, algunos anteriores al siglo IV antes de Cristo, “no se construyeron simplemente para carros”.
Estas entradas adaptadas eran especialmente comunes en los santuarios dedicados a Asclepio, el dios de la medicina, como los que se encuentran en Epidauros o Corinto. En este último han aparecido ofrendas que representan piernas y pies, lo que sugiere que la gente solicitó a la divinidad que les curara los problemas en dichas extremidades.