Dimite Carlos García Pont, la cara visible del Espanyol
Ayer, Carlos García Pont publicó en las redes sociales: “Paso a ser un perico más, igual que lo era antes de incorporarme al Consejo de Administración (del RCD Espanyol). Todo mi apoyo al grupo Rastar y a su directiva en el club para que podamos volver al lugar que merecemos”.
Y así, anunció que abandonaba su puesto como cara visible del Espanyol: de alguna manera, ejerciendo como vicepresidente durante los últimos cuatro años, García Pont ha sido el altavoz de la entidad, más allá del presidente, Chen Yanseng.
Su marcha abre una vacante de enorme peso e indaga en la crisis del club, un drama con todas sus variables. El Espanyol no chuta en lo deportivo ni en lo técnico. Y ahora, tampoco en la vía institucional. Consumado el descenso a Segunda A, este es el momento para la asunción de las responsabilidades. Se abren frentes en todas las esferas.
García Pont se considera infravalorado. En estos cuatro años en el cargo, el Espanyol ha vivido de todo. Desde el sueño iniciático de 2016, con el desembarco de Chen y la promesa de una entidad acomodada en la Champions en el plazo de tres años, pasando por el salto de calidad en el curso pasado, cuando se alcanzó una plaza en la Europa League, hasta desembocar en el desastre de este curso desconcertante, una temporada
INFRAVALORADO Según fuentes próximas, el peso del vicepresidente había ido menguando en los últimos tiempos
inaugurada con la fuga de Rubi y consumada con el baile de técnicos –cuatro en un curso– y la situación comprometida, siempre en la zona baja de la tabla, sin que la plantilla pareciese en condiciones de reconducir la nave.
Carlos García Pont, profesor de Iese –en cuyo claustro se reincorporará–, atribuyó su adiós a un proceso personal, una decisión que ha ido madurando durante meses y que ha cobrado forma en los últimos tiempos, al evidenciarse que el proyecto, como tal, hace aguas. Fuentes próximas interpretan que su peso en la toma de decisiones había menguado en los últimos tiempos, antes de que se apostara por la contratación de David Gallego, el primero de los cuatro entrenadores que han acabado desfilando en el curso.