El Govern cierra el ocio nocturno y solo permite bares hasta medianoche
Alarma por el vertiginoso aumento de contagios entre los jóvenes en Barcelona: la presión llegará a los hospitales en una semana
Catalunya cierra durante 15 días las salas de fiesta, discotecas y locales donde haya actividades musicales y también aquellos establecimientos en los que se pueda bailar. “La situación es muy complicada y tenemos una ventana muy pequeña, tenemos pocos días para actuar. La pandemia va aumentando”, advirtió Josep Maria Argimon, secretario de Salut Pública, al anunciar las medidas adoptadas por el Procicat (protección civil) de la Generalitat.
Para los responsables de Salut se trata de unas limitaciones imprescindibles para frenar dos problemas que confluyen: hay que disminuir la movilidad para que circule menos el virus e impedir los contactos estrechos de decenas de personas mientras bailan y se divierten, casi incompatible con la distancia de dos metros, la mascarilla y el gel hicroalcohólico. La limitación se debe al aumento rápido y grande de contagios que empiezan en un gran número de casos en estas situaciones entre personas jóvenes, y de ahí pasan a los familiares, a los amigos con los que se comparte una mesa, a los mayores de la familia...
La suspensión de las discotecas tendrá un efecto a nivel local reduciendo esos contactos, pero también desincentivará desplazamientos desde otras zonas. El otro gran objetivo es reducir como sea la movilidad para que se detenga este aumento de casos. “Las medidas que sean necesarias las iremos tomando progresivamente”, advierte Argimon.
Esa limitación generalizada tiene una versión más severa en las ciudades con transmisión comunitaria, donde ya se había decretado el cierre de discotecas. Todas ellas, como Barcelona y l’hospitalet, doce ciudades del área metropolitana y decenas de municipios de la Noguera y el Segrià, tendrán además que cerrar a partir de hoy a las 12 de la noche bares, restaurantes, terrazas, chiringuitos y bares musicales.
El ocio nocturno sobre todo entre los más jóvenes se ha convertido en una bomba con explosión retardada: ha disparado los contagios sin apenas darse cuenta, sin apenas síntomas; desborda ya la actividad de los centros de atención primaria y dentro de una semana tendrá su eco en los hospitales. Por eso urge parar.
La decisión de protección civil a propuesta de Salut entra en vigor hoy y durará en principio 15 días, cuando se deberá renovar si hiciera falta.
La noche se acorta radicalmente para evitar una relajación generalizada a esas horas. Desde algunos municipios especialmente afectados por este enorme rebrote, como l’hospitalet, se ha pedido insistentemente que los bares cierren pronto. Porque, aunque las recomendaciones de salir solo lo imprescindible y usar todas las medidas de protección que se establecieron la semana anterior se notan en más mascarillas por la calle, las reglas se olvidan fácilmente tomando copas entre amigos.
Esta limitación está teniendo otro efecto rebote: en poblaciones sin esas restricciones, como Castelldefels, los locales de copas y las terrazas de la zona de la playa están más abarrotados que nunca de ciudadanos de municipios cercanos que sí tienen restricciones. Y las mesas vuelven a estar cercanas y las mascarillas, en el bolsillo.
“Son medidas dolorosas y que nadie quiere, pero cuanto mejor cumplamos, menos durarán”, señaló Argimon. Los empresarios del ocio nocturno han anunciado que llevarán la decisión a los tribunales. Y advertían que, si ellos cierran, la gente hará botellón. Argimon recordó que eso es ilegal siempre, no solo ahora, y que todas las policías locales y los Mossos d’esquadra se encargarán de hacer cumplir las normas. “El régimen sancionador es el que ya existe”, dijo.
Pero los urbanos de pequeños municipios no dan abasto. Ni otras figuras como los agentes cívicos. Por eso el propio presidente Quim Torra ha encargado a la Cruz Roja una campaña de sensibilización nocturna sobre todo en los municipios costeros. Para llegar a esa población joven ahora tan expuesta. El incumplimiento de las normas de distancia y mascarilla es directamente proporcional a la hora del encuentro y el ambiente de la zona.
Como explicó el jueves Argimon, la situación es especialmente crítica en Barcelona y área metropolitana y empieza a estabilizarse en el Segrià.
“Tenemos pocos días para actuar, la pandemia va aumentando”, explicó Josep Maria Argimon