La Vanguardia

Trump sitúa la carrera electoral en el campo de su salud mental y la de Biden

El presidente se convierte otra vez en materia de chiste al evocar su test cognitivo

- FRANCESC PEIRÓN Nueva York. Correspons­al

La presidenci­a de Donald Trump no se recordará precisamen­te por la calidad de su oratoria. Sin embargo, esta semana ha dejado una frase –¿o un código nuclear o las claves de una conspiraci­ón?– para la historia, que aquí se transcribe en versión original por su valor documental: “Person. Woman. Man. Camera. TV”.

Estas cinco palabras se han convertido en una de las composicio­nes más repetidas en los canales de televisión y online, un estribillo que se ha hecho viral y fuente de burlas sobre su autor.

La reacción no es la que esperaba Trump, que alardeó de sus logros en un test cognitivo para insistir en que es un “genio extremadam­ente estable”, frente a su rival, el demócrata Joe Biden, al que retrata como un viejo con una cabeza trastocada.

Su intento de demostrar su prodigiosa­s habilidade­s mentales, retando a Biden a pasar esa prueba, descartand­o de entrada un éxito como el suyo, le ha costado un nuevo ridículo y ha reforzado las dudas sobre su capacidad para ocupar el cargo.

El presidente ha propiciado que las elecciones se adentren en territorio inexplorad­o. No se trata de demostrar quién es el más preparado, sino el menos senil. Biden tiene 77 años, y un largo recuento de gazapos, y Trump, 74, con cuantiosas muescas, algunas recientes, como sus inyeccione­s de lejía contra el coronaviru­s.

En dos ocasiones en tres días,

Trump proclamó en sendas entrevista­s en la Fox sus “impresiona­ntes” resultados al someterse a la Evaluación Cognitiva Montreal (Moca), prueba diseñada para detectar el deterioro cognitivo, que se produce por demencia, alzheimer o esclerosis múltiple.

En una de los programas, el periodista le subrayó que esto era tan fácil como identifica­r la imagen de un elefante. El presidente replicó que eso ocurría al principio, porque las cinco últimas preguntas se complicaba­n mucho.

Así que el miércoles compareció otra vez, con un entrevista­dor dócil, y pudo exhibir su memoria, al repetir varias veces las cinco palabras, al tiempo que rememoraba el momento en que hizo la prueba – “20 minutos después recordé la lista en su orden”–, en la que sumó el tope de 30 puntos.

Entorno a un 10% de los que se someten al test logran ese tope –a

Una encuesta de la Fox señala que los electores creen que Joe Biden tiene más solidez mental que su rival

partir de 26 ya está bien–, pero los expertos remarcan que muchos de los que pasan este examen son personas de las que se sospecha puedan sufrir deterioro. “La mayoría de los que se someten al test se debe a que ellos u otros empiezan a advertir un declive mental”, dijo Ziad Nasreddine, el neurólogo que creó el cuestionar­io, a The Washington Post.

“Resulta difícil de imaginar un candidato en plenas facultades que haga publicidad e invite a comentar su salud mental para hacer su trabajo”, escribe Susan Glasser en The New Yorker.

Este es el efecto rebote contra el presidente. Los especialis­tas subrayaron que un test cognitivo no es, por la manera que lo explica, lo que Trump piensa que es. No es un indicador del coeficient­e de inteligenc­ia o una carta que exhibir frente a un rival.

Una encuesta de la misma Fox, su cadena amiga, otorgó a Biden ocho puntos de ventaja frente a Trump en cuanto a solidez mental para servir en la Casa Blanca.

Alguien que le conoce de cerca, como su sobrina, Mary Trump, psicóloga clínica que ha publicado un exitoso libro sobre su tío, duda incluso de que superara el test con éxito. “Por la manera como habla, falló”, sospecha ella.

 ?? LEAH MILLIS / REUTERS ?? Trump, pensativo ayer en la entrega de la medalla de la Libertad al excongresi­sta republican­o Jim Ryun en la Casa Blanca
LEAH MILLIS / REUTERS Trump, pensativo ayer en la entrega de la medalla de la Libertad al excongresi­sta republican­o Jim Ryun en la Casa Blanca

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain