El fiscal acusa a la antigua Mesa de “desobedecer hasta el extremo final”
Los acusados niegan el delito y reivindican que en el Parlament se hable de todo
El juicio contra los miembros soberanistas de la antigua Mesa del Parlament quedó ayer visto para sentencia. Fue una última sesión en la que cada una de las partes volvió a ratificar sus argumentos sin ninguna variación. El fiscal acusó a los independentistas de haber desobedecido a consciencia mientras que los acusados utilizaron su último turno de palabra para negar el delito, denunciar que se les persigue por permitir que en el Parlament se pueda hablar de todo, también de la independencia.
El teniente fiscal del TSJC Pedro Ariche empezó su informe final en el juicio lanzando una advertencia: “Aquí no se juzga al independentismo. La expresión causa general es una expresión periodística y desafortunada”. El ministerio público, así como las otras acusaciones que ejercen la Abogacía del Estado y Vox, mantienen la petición de 20 meses de inhabilitación por desobediencia grave y una multa de 30.000 euros para Lluís Corominas, Anna Simó, Ramona Barrufet, Lluís Guinó y Mireia Boya al haber admitido que las leyes de desconexión con las que pretendían crear un Estado catalán independiente llegaran a debatirse en los plenos del Parlament. “Renunciaron al diálogo en favor de unilateralidad, en favor de la ruptura con la legalidad estatal y con la legalidad propia de Catalunya, anunciaron su desobediencia y ejecutaron la desobediencia, hasta el extremo final”, afirmó el fiscal con rotundidad.
Durante el juicio, los acusados aseguraron que no podían inadmitir las propuestas de ley de desconexión porque se limitaban a hacer un análisis formal sin entrar en el fondo de las cuestiones. El fiscal, sin embargo, no lo entiende así. Considera que los acusados tenían “conocimiento y consciencia” de que las leyes del referéndum y de transitoriedad jurídica contravenían el mandato del Tribunal Constitucional”. Esas leyes que fueron votadas en los plenos del 6 y 7 de septiembre del 2017, según el fiscal, “desbordaron por mucho los límites del tipo penal de desobediencia” y, durante la celebración de esas sesiones, “la Mesa perdió su naturaleza de órgano parlamentario imparcial y actuó al servicio exclusivo del poder ejecutivo y sus intereses”.
Los acusados utilizaron su derecho a la última palabra. “Creo que nunca debería haber tenido relevancia penal los hechos que se han juzgado”, dijo Corominas mientras que Guinó aseveró que no tenían “voluntad de delinquir ni desobedecer al TC”. Simó recriminó al Constitucional que quisiera que la Mesa hiciera “el trabajo sucio contra el parlamentarismo catalán vulnerando sus derechos”, y Barrufet agradeció el tono del tribunal para compararlo con “el trato injusto que reciben los presos y los exiliados”.
Sus abogados defensores reiteraron en sus informes finales que el Parlament no podía limitar los debates y solicitaron la absolución para todos ellos. “No conviertan este caso en la primera sentencia que condena a unos parlamentarios por hacer su trabajo parlamentario”, manifestó Judit Gené, abogada de Corominas, Barrufet y Guinó. En la misma línea se expresó Raimon Tomàs, letrado de Simó, que esgrimió el derecho a la inviolabilidad parlamentaria del que gozan los diputados del Parlament respecto de sus opiniones y sus votos. “No se puede limitar la actividad
El ministerio público solicita 20 meses de inhabilitación para Corominas, Simó, Barrufet, Guinó y Boya
parlamentaria, no puede haber censura”.
El discurso más largo y más político lo hizo Boya, la única acusada que no formaba parte de la Mesa del Parlament y que está imputada por haber presentado la propuesta de ley de transitoriedad para ser votada en el pleno. La exdiputada de la CUP reivindicó su “derecho a desobedecer leyes injustas” y, dirigiéndose al presidente del tribunal, Jesús María Barrientos, manifestó: “No le tengo miedo. Reivindico todo lo que hicimos juntamente con Anna Gabriel, lo hicimos las dos en nombre de la CUP. Me da igual la sentencia que puedan dictar, todo esto va de algo más grande”.