Más ingresos que altas en el Arnau de Vilanova
La situación hospitalaria en Lleida sigue resistiendo día tras día el incremento de pacientes que necesitan ser ingresados en planta o en la UCI. El responsable de la Covid-19 del Arnau de Vilanova, el doctor Morales Rull, afirmó ayer que “estamos aguantando muy bien pero el problema es que no compensamos el balance entre las altas y los ingresos médicos”. “Cada día se da el alta a unas seis personas pero ingresan doce, por lo tanto, cada día sumamos seis”, explica.
Ante una semana clave, se ha abierto una planta nueva en el hospital Santa María, que todavía no está a plena capacidad. Por si fuera necesario se plantea abrir una quinta planta, que sería en el Arnau, “pero espero que no haga falta pues entonces sí que supondría una presión asistencial máxima”, afirma Morales Rull. Para evitar sobrecargar el hospital, esta semana se trasladaron pacientes de otras patologías a otros centros como Vall d’hebron.
La UCI del Arnau está aguantando “muy bien” y Morales Rull lo justifica comparando cifras de ingreso en cuidados intensivos entre la primera ola y la actual. Así, el número de intubados se ha reducido a la mitad desde el inicio de los brotes y la tasa de ingresos solo es de un 8% de los ingresados cuando en marzo se disparó hasta el 40%. “La UCI tiene margen”, afirma. Respecto a los refuerzos médicos, Morales dijo que por ahora “se van arreglando”. “Ha vuelto gente de vacaciones y todo depende de las necesidades puntuales”.
Donde el personal empieza a notar estragos por las jornadas de trabajo es en los CAP. Según el sindicato CSIF, en el CAP Onze de Setembre, en pleno estado de alarma, se atendían cada día unos 25-30 pacientes telefónicamente para seguimiento de coronavirus y solo este jueves se han contado más de cien.