El pleno da luz verde a la modificación del presupuesto
Comunes y socialistas recaban el apoyo del PP y de Barcelona pel Canvi mientras que ERC, Ciudadanos y Jxcat se abstienen
El gobierno sociocomún consiguió aprobar ayer la modificación del presupuesto de este año a través de la creación de un fondo Covid, de 90 millones de euros, que se nutre, principalmente, de partidas que no se pudieron llevar a cabo por la emergencia sanitaria. Un ajuste de las cuentas que implicaría no hacer recortes y para el que comunes y socialistas contaron con los votos a favor del PP y de Barcelona pel Canvi. Esquerra, Ciudadanos y Jxcat finalmente se abstuvieron.
De los 90 millones de euros del nuevo fondo, 35 millones se destinarán reforzar los servicios sociales, 30 millones a la reactivación económica, 15 a la transformación del espacio urbano y 10 millones al ámbito cultural. Algunas de las medidas que forman parte son, por ejemplo, las subvenciones a los alquileres comerciales, la ayudas de 300 euros a los autónomos, los bonos de cultura, la financiación de proyectos a través de Barcelona Activa, los proyectos de transformación digital del tejido comercial o diversas campañas de promoción de la ciudad.
“Son iniciativas que nos permiten reaccionar con rapidez. Que son posibles, gracias al esfuerzo de todos”, manifestó el primer teniente de alcalde, Jaume Collboni, que agradeció a todos los partidos sus aportaciones.“esta es la respuesta más expansiva que se puede hacer con las cuentas del 2020”, aseguró el concejal de Presupuestos, Jordi Martí.
El edil apuntó que, aunque las cuentas para este año plantean desequilibrios –la pandemia ha hecho que el Consistorio haya dejado de ingresar unos 300 millones de euros–, la idea es que se puedan acabar haciendo frente a estos, gracias a la buena salud de las finanzas municipales (por ejemplo 160 millones de euros de remanente). De hecho, con la actual modificación presupuestaria, lo que hace el Consistorio es evitar recortes y mantener capacidad inversora a cambio de generar déficit (pocos ayuntamientos no lo harán). Si bien en el caso de Barcelona, la estabilidad estaría a salvo gracias a su caja fuerte.
“Ante la actual situación hace falta una respuesta excepcional y unitaria”, defendió el líder del PP, Josep Bou. “Damos nuestro voto por responsabilidad”, manifestó el presidente del grupo municipal de Barcelona pel Canvi, Manuel Valls, quien, eso sí, insistió en la necesidad de comenzar a hablar de los presupuestos del año que viene cuanto antes. La idea es empezar a hacerlo ya en septiembre
Esquerra, que ya se abstuvo en la comisión municipal de mayo en el que se aprobó inicialmente el ajuste de las cuentas, mantuvo el sentido de su voto, según explicó el concejal Jordi Castellana por “falta de concreción”.
La líder de Ciudadanos en el Ayuntamiento, Luz Guilarte, acusó al equipo de gobierno de presentar unas cuentas ideológicas, de ahí la abstención.
Por su parte, la presidenta del Jxcat, Elsa Artadi, defendió que no votarían a favor porque las conversaciones con los ediles del gobierno en las últimas semanas se han enrarecido. “El diálogo ha ido a peor”, dijo.
En materia económica, antes del pleno ordinario hubo uno extraordinario, solicitado por los partidos de la oposición, para pedir que los ayuntamientos puedan usar su remanente. Todos los grupos estuvieron de acuerdo, aunque fue una sesión con poco debate y con mucho reproche político ajeno al Ayuntamiento que recordó que las elecciones autonómicas podrían estar muy cerca.