Carles Gaig, protagonista de ‘Comer sin reservas’
Mañana se presenta un nuevo capítulo de la serie documental Comer sin reservas, centrado en el momento personal y profesional que atraviesa Carles Gaig, quien acaba de estrenar nuevo proyecto abriendo con éxito el restaurante que lleva su nombre en la Torre del Remei (Bolvir).
Gaig, que explica su relación con Barcelona y muy especialmente con Horta, donde ha vivido siempre y donde nació la Fonda en la que él mismo tomó el relevo de su madre, confiesa lo que para él representa hacer realidad el sueño de cocinar en la Cerdanya, en un entorno que le entusiasma, y transmite su inquietud y sus ganas de continuar aprendiendo y disfrutando de una profesión que sigue estimulándole, por lo que deja claro que no se ha planteado la jubilación. En el documental, que forma parte de la serie que pretende rendir homenaje al espíritu de superación de cocineros y cocineras en plena crisis de la Covid-19, Gaig, su familia y sus colaboradores más cercanos dejan testimonio de esa actitud positiva ante un nuevo proyecto .
En este capítulo, que sigue a los que en semanas anteriores se han dedicado a los hermanos Roca, a Artur Martínez y a Paco Pérez, entramos en la casa de Horta del chef barcelonés y le acompañamos a comprar a la Boqueria junto a su hija Maria y nos desplaza
mos a su segunda residencia, en la Cerdanya, donde ahora vive la mayor parte del tiempo y le vemos trabajar con su equipo, disfrutar con Fina Navarro, su mujer y responsable de la sala de sus aficiones favoritas y compartir una charla con el antiguo propietario de la Torre del Remei, el cocinero Josep Maria Boix, hotel que ahora gestiona Mercer Hoteles. Este capítulo, en el que también se recoge el trabajo de una quesería artesana de la zona, El Molí de Gers, cuenta con el patrocinio del Patronat de Turisme de Costa Brava Girona. que tenga vegetales. Unas rodajas de tomate, unos encurtidos o una lechuga en juliana harán que el bocadillo sea más vitamínico, jugoso, y saciante. Por supuesto falta un alimento rico en proteínas: desde la clásica dosis de jamón hasta un suculento hummus pasando por el atún en conserva, el huevo duro, etc. Claro, lo anterior en dosis adecuadas.
Sin duda el aceite es el mejor aliño aunque no es el único. Importante no añadir sal y complementar el bocadillo con una pieza de fruta, unos frutos secos y/o un lácteo desnatado.