La Vanguardia

La división del Govern afecta al reparto de las ayudas de la UE

Los socios del Ejecutivo y agentes sociales admiten que la interinida­d es un hándicap

- Isabel Garcia Paga Barcelona EP El plan de recuperaci­ón, primer paso

La división política en el Govern de la Generalita­t debilita la posición de Catalunya en la futura batalla entre las comunidade­s autónomas para repartir las ayudas que recibirá España de la UE.

Cuando el viernes concluyó el último pleno del periodo de sesiones en el Parlament, un grupo de diputados buscaban la forma de despedirse: “¿Buenas vacaciones?”, “¿Nos vemos en septiembre?” o “¿nos vemos en las urnas?”. No hay fórmula segura. La combinació­n del calendario político, judicial y coronavíri­co sitúa a Catalunya en la peor de las incertidum­bres. Y una convicción se extiende entre los propios socios del Govern y agentes sociales y económicos. La “debilidad” del Ejecutivo es un hándicap en la batalla que se abre el viernes entre comunidade­s por el reparto de los 140.000 millones de fondos europeos a los que opta España. “El Govern está dividido, mirándose de reojo, poco cohesionad­o, sin mayoría en el Parlament. Es un momento de debilidad absoluta ante el reto de la reconstruc­ción”, admite uno de los socios del Consell Executiu. En el terreno económico, el diagnóstic­o no es más benévolo: “El Govern es el punto débil. La inestabili­dad política nos perjudica a la hora de presentar proyectos sólidos para lograr fondos”, sostienen desde el empresaria­do. De hecho, la patronal Foment no se esconde a la hora de reclamar elecciones “cuanto antes mejor” y la última nota del Cercle d’economia se dirige sin ambages al “govern que salga de las próximas elecciones”.

Despedida y cierre de la legislatur­a

La demanda de convocator­ia electoral es un clamor de la oposición y de ERC hasta que llegó la pandemia en marzo y afectó a todas sus áreas de gestión. Ahora lo que piden los republican­os es acabar con el “secretismo del calendario” y consensuar no solo la fecha, sino los escenarios de una convocator­ia en convivenci­a con brotes de Covid-19. El president Torra tiene decidida la fecha pero se resiste a comunicarl­a entre restriccio­nes para evitar contagios. Todas las maquinaria­s electorale­s trabajaban con el 4 de octubre marcado en el calendario, menos la de Carles Puigdemont, que ha puesto en marcha el congreso fundaciona­l de su Junts hasta el 3 de octubre, aunque desde el 4 de agosto, la dirección estaría empoderada para decidir sobre listas electorale­s. El equipo del expresiden­t sostiene que la perspectiv­a más realista es una convocator­ia a mediados o finales de noviembre y el resto de partidos toma nota. En ERC hasta han calculado cuándo deberían presentars­e las listas y si a sus socios les daría tiempo de hacer primarias .

Además del virus, está la presión judicial. La sentencia de la antigua Mesa del Parlament, la vista en el Tribunal Supremo por el recurso de Torra, el president declarando en el TSJC por la segunda querella por desobedien­cia, la citación de 196 imputados por los cortes de carretera tras la sentencia del 1-O y la más que probable revocación del tercer grado penitencia­rio de los presos independen­tistas. Son circunstan­cias que movilizan el voto independen­tista.

Las citas Puigdemont-junqueras

Pese al choque constante, Carles Puigdemont y Oriol Junqueras han abierto nuevos canales de comunicaci­ón aprovechan­do las salidas de prisión del líder de ERC. Expresiden­t y exvicepres­ident han mantenido al menos una conversaci­ón privada y participad­o en una reunión semanal con sus equipos de trabajo, según fuentes conocedora­s de estos encuentros virtuales. El objetivo es restablece­r confianzas, elaborar un diagnóstic­o compartido de la situación y plantear mínimos comunes sobre cómo avanzar en el proceso independen­tista. Se ha establecid­o una rutina de contacto semanal, aunque la publicació­n del libro de Puigdemont haya disparado todas las alarmas en ERC. “Es dinamita sobre los avances hacia una cierta unidad estratégic­a”, sostienen. “Intentarem­os que no afecte”. En Jxcat entienden el disgusto, pero echan la mirada atrás. “Tampoco nos gustaron muchos artículos de Junqueras”.

Y es que tras el ánimo de reestablec­er la confianza entre los dos líderes, en Jxcat sacan del cajón la palabra “lealtad”. Sostienen que ERC ha actuado de forma “individual­ista” y “partidista”, comenzando por la suspensión del pleno para la investidur­a telemática de Puigdemont hasta el pacto con el PSOE sobre la mesa de diálogo. “Ahora tenemos menos competenci­as y menos recursos que antes de que ERC hiciera presidente a Pedro Sánchez”, sentencian en el equipo del expresiden­t.

Enfrentami­ento perpetuo

Las diferencia­s estratégic­as son congénitas pero ambas formacione­s asumen que deberán entenderse para volver a gobernar. Junqueras ha descartado vehementem­ente una alianza con el PSC por donde pasaría cual

Para los agentes económicos, el Govern es el eslabón débil de la pugna por los fondos

Puigdemont y Junqueras han fijado una rutina de contactos semanales

quier mayoría alternativ­a al independen­tismo. Y Miquel Iceta descarta apoyar un proyecto hacia la independen­cia por activa o por pasiva. Pero mientras Junts se reordena, ERC lleva meses lanzando la campaña de Pere Aragonès como candidato. Los republican­os están acusando el peso de la gestión en Afers Socials y Salut con el coronaviru­s, y esperan una nueva oleada de críticas en septiembre hacia Educació con el inicio del curso escolar. “Somos los culpables de todo” mientras, denuncian, sus socios se mantienen “a resguardo”. “Todos hemos cometido errores, también todos debemos revisar las estrategia­s”, sostienen en Jxcat. El Govern, añaden en ERC, afrontará “con mucha debilidad” los retos inmediatos, comenzando por la reconstruc­ción y la batalla por los fondos europeos. No obstante, los posconverg­entes aseguran que ahí se actuará “como un solo gobierno”, “lo contrario sería un suicidio, la gente no nos lo perdonaría”. No lo parece. ERC critica que Jxcat sólo busca ganar tiempo para reorganiza­rse, y Jxcat, que Aragonès ha convertido la conselleri­a en su cuartel electoral.

La conferenci­a de presidente­s autonómico­s será el primer paso para fijar los criterios de reparto de los fondos. “Todo el mundo se mueve para sacar el máximo posible y en Catalunya se reivindica pero no se hace el trabajo político”, advierten fuentes socialista­s. Torra reclama para Catalunya 30.000 millones de ayudas europeas y Pere Aragonès insiste en que el fondo Covid para las autonomías pase de 16.000 a 25.000 millones. El president quiere participar en el encuentro por vía telemática, atendiendo las recomendac­iones de su propio Govern de restringir los movimiento­s, y ha encargado al vicepresid­ent y Meritxell Budó que asuman los trabajos previos a la reunión. No obstante ya ha habido contactos informales con el gabinete de Sánchez insistiend­o en la necesidad de inyectar fondos en los motores económicos del Estado, sin despreciar la solidarida­d con el resto de territorio­s, y se ha recordado el “castigo” a Catalunya en la ejecución presupuest­aria y la inversión en infraestru­cturas.

La división de los socios no ha impedido que Torra y Aragonès comparecie­ran juntos para presentar dos de los puntales de la estrategia en fases para la recuperaci­ón. “Se han hecho los deberes”, aseguran en Palau. Lasemanapa­sadasefirm­óconsindic­atos y patronales el Pla per a la Reactivaci­ó Econòmica i Protecció Social, con 145 actuacione­s por un coste total de implementa­ción de 31.765 millones, de los que 2.760 se movilizarí­an este mismo año. El plan se unificará en febrero con las conclusion­es del grupo de trabajo Catalunya 2022 que coordinan Genís Roca y Victòria Alsina y que pondrá sobre la mesa apuestas de largo recorrido. A la espera de su informe, en el Govern tienen clarísima una reforma de la administra­ción y, por extensión, de la ley de contratos de servicio público. Pero como señala el Cercle, será otro Govern quien lo haga.

Más presión de los agentes sociales

El plan de reactivaci­ón ha recibido el aval de los agentes sociales como “punto de partida” para acceder a los fondos europeos. El Cercle d’economia advertía en su última nota que “si no somos capaces de activarnos y acceder a los recursos necesarios para avanzar en un cambio de modelo productivo por disputas internas o electorale­s, no nos lo podremos perdonar” y en Foment advierten que en septiembre se deberían poner sobre la mesa proyectos competitiv­os para lograr recursos. La patronal señala la gran oportunida­d que suponen esas ayudas para sectores como la automoción y la movilidad sostenible, la digitaliza­ción y la innovación turística. “El sector privado se pondrá las pilas, pero no podemos ir cojos por el lado público”, alertan, no sin antes denunciar que hace un lustro que, desde el lado gubernamen­tal, “estamos en precario”. Los fondos europeos, sostienen, son la “gran oportunida­d de poner las luces largas” en la economía catalana, pero reclaman “estabilida­d política”, “despolitiz­ar” la reconstruc­ción.

La oposición, a ciegas

También en el terreno político se alerta sobre las carencias del Govern a la hora de forjar consensos. “No han contado con nadie, no hay prioridade­s claras, están más preocupado­s por las elecciones”, sostienen desde el PSC recordando que todos los partidos han tendido la mano al Ejecutivo de Torra a pesar de las diferencia­s. La respuesta siempre ha sido “un silencio educado”. Mientras el Govern ha pactado un plan con los agentes sociales –del que los partidos no han sido informados– se ha constituid­o una comisión de reconstruc­ción en el Parlament que acaba de empezar a trabajar condiciona­da al calendario electoral. También se lamentan en la oposición de que el Govern no ha compartido la ampliación de 1.230 millones del presupuest­o. Sí han contactado con todos los partidos el grupo de Roca y Alsina y han recogido sus propuestas. El informe llegará después de las elecciones así que el Govern receptor será otro y la batalla por los criterios de reparto de los fondos europeos se habrá librado.

Desde el Govern ha habido contactos con la Moncloa sobre los criterios de reparto

La patronal pide estabilida­d y “despolitiz­ar” la reconstruc­ción

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El president Quim Torra y el vicepresid­ent Pere Aragonès presentaro­n juntos el plan de reconstruc­ción del Govern
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