El Gobierno piensa dejar el convenio contra la violencia de género
Aupado a la euforia tras la reelección del presidente nacionalista Andrzej Duda hace dos semanas, el Gobierno polaco demuestra que seguirá empujando Polonia por el camino del nacional-catolicismo beligerante ignorando críticas internacionales y protestas internas. Un día después de que miles de mujeres hubieran protestado en Varsovia, Gdansk, Cracovia y otras ciudades contra los planes del gobierno, éste anunció el sábado que piensa retirarse del convenio de Estambul (Convenio del Consejo de Europa sobre prevención y lucha contra la violencia contra las mujeres y la violencia doméstica).
El poderoso ministro de Justicia, Zbigniew Ziobro, quien desde hace cinco años conduce una ofensiva para suprimir el poder judicial independiente y someter el sistema de justicia al Gobierno, declaró que Polonia debía retirarse de la convención de Estambul, ratificada por el gobierno liberal en el 2015, porque el tratado representa una “ideología izquierdista y comunista que amenaza con destruir los valores religiosos, culturales e identitarios” del pueblo polaco.
El convenio, que define como los países miembros del Consejo de Europa deben prevenir y combatir la violencia contra las mujeres y las minorías sexuales, denuncia la discriminación y violencia contra la mujer, defiende la igualdad de derechos de las minorías sexuales y advierte contra el uso de las creencias religiosas como justificación de los abusos.
El ministro señaló tres “peligrosos instrumentos” de subversión ideológica “astutamente” incluidos en el convenio: el concepto del sexo cultural, el respeto a la comunidad LGBT y el trato hostil de la religión.
“Son ideas falsas que nosotros rechazamos rotundamente”, declaro el ministro, mientras que otro portavoz del Gobierno calificaba el convenio como un “caballo de Troya”.
El Gobierno afirma que los derechos de la mujer están perfectamente salvaguardados en Polonia, y que por lo tanto no necesita convenios internacionales para protegerlos mejor.
Los planes del Ejecutivo provocan un rotundo rechazo de la oposición liberal y socialdemócrata, así como de las mujeres, independientemente de sus ideas políticas.
Decenas de miles de mujeres salieron el viernes a las calles de Varsovia, Gdansk, Poznan, Cracovia y otras ciudades condenando los planes del Gobierno. En sus pancartas podía leerse: “Huelga de mujeres”, “luchen contra el virus y no contra las mujeres” y “el gobierno es el infierno para las mujeres”.
“Ley y Justicia pretende legalizar la violencia doméstica”, afirmaba la líder feminista Magdalena Lempart.
Hace unos años, el Ejecutivo intentó forzar la prohibición absoluta del aborto, pero retiró el proyecto cuando más de un millón de mujeres salieron a la calle a protestar.