La Vanguardia

TV3, un futuro con más sombras que luces

-

Desde su nacimiento en 1983, TV3 ha ejercido un papel esencial en la promoción y difusión de la lengua y la cultura catalanas, y en su potencial uso como herramient­a al servicio del poder político. En su ya larga trayectori­a, la emisora pública catalana se ha consolidad­o, pero vive momentos difíciles con un incierto futuro. TV3 tiene una audiencia cada vez más envejecida, el espectador ha cambiado de hábitos y solo los informativ­os marcan la diferencia. Como su presupuest­o se gestiona a través de la Corporació Catalana de Mitjans Audiovisua­ls junto con el de Catalunya Ràdio, resulta imposible saber qué le cuesta a cada catalán su televisión pública. Con el Govern tripartito hubo un contrato programa que Artur Mas no renovó a pesar de que todo el mundo considerab­a que era el mejor instrument­o presupuest­ario, con lo que ahora TV3 carece de autonomía y debe negociar cada año de cero con el gobierno de turno. El año pasado la CCMA recibió 230 millones de euros a los que hay que añadir los ingresos por publicidad, que luego decide cómo reparte, siempre bajo la tutela del Parlament.

La crisis del coronaviru­s ha tenido un impacto directo en la caída de la publicidad, que ha bajado casi un 50%, por lo que la cadena ha tenido que volver a llamar a la puerta del Govern para intentar cuadrar el presupuest­o. La CCMA tiene un portal donde explica dónde y cómo gasta el dinero, pero no los contratos en sí mismos. Esto resulta especialme­nte importante cuando la mayoría de los programas de más éxito están realizados por productora­s externas, algunas de las cuales incluso gestionan las correspons­alías. El 29% de las horas programada­s por TV3 son producidas por empresas externas, algunas dirigidas por profesiona­les que han tenido o siguen teniendo vínculos con la cadena.

Tampoco ayuda a cuadrar los números de TV3 y del resto de canales de la CCMA una plantilla inamovible y envejecida de casi 2.400 trabajador­es que el año pasado costó 172 millones de euros. Una plantilla similar a la de Atresmedia y de Mediaset, que producen para toda España. Adelgazar estos números podría convertirs­e en una cuestión traumática, pero lo cierto es que el pago de las nóminas supone el 50% del presupuest­o de la CCMA.

TV3 presume desde hace meses de ser la cadena líder en Catalunya. Una verdad a medias porque la suma del resto de canales supera con creces la cuota de pantalla de la emisora catalana. Es decir, hay más catalanes que consumen television­es españolas.

Sobre su futuro planea también el conflicto político entre Jxcat y ERC, que hace que el equipo de gobierno de la CCMA lleve dos años con el mandato agotado. Hace ocho meses se cambió la ley para reformar la cúpula, pero ni así. El intento fracasado de la presidenta en funciones , Núria Llorach, de echar al director de Catalunya Ràdio, Saül Gordillo, ha sido el último enfrentami­ento entre nacionalis­tas y republican­os, sabedores de la importanci­a de controlar los medios públicos a las puertas de unas elecciones.

La caída de ingresos, rejuvenece­r la plantilla y la lucha por el control político,

desafíos de la cadena

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain