Que no se apague la luz
El Ayuntamiento de Barcelona licita por 56 millones el mantenimiento del alumbrado
La deficiente iluminación de las calles era una de las asignaturas pendientes de la Barcelona prepandémica. La declaración del estado de alarma, la paralización de buena parte de la actividad económica y de las obras en el espacio público y el desconfinamiento a trompicones de este verano han ralentizado algunos de los planes de inversión del Ayuntamiento para paliar un problema que provoca las quejas de numerosos barrios de la ciudad. El programa de mejora diseñado a finales del pasado mandato municipal debería concluir el próximo mes de octubre, pero justo antes de la expansión de la Covid-19 cerca de un 40% de las actuaciones previstas seguían pendientes de ejecución. Ahora, sin esperar a la conclusión de ese plan, el Consistorio barcelonés acaba de licitar un importante concurso –con un presupuesto de 56,3 millones de euros y un valor estimado del contrato
en caso de prórroga de más de 84 millones– para la conservación, mantenimiento y control del conjunto de instalaciones de alumbrado público.
Este contrato abarca el buen mantenimiento de los más de 400.000 puntos de luz instalados en el espacio público barcelonés, así como de los cerca de 3.000 cuadros eléctricos que prestan servicio. El concurso se ha dividido en tres grandes lotes y sus bases establecen que una misma empresa no podrá presentar ofertas a más de dos y no podrá ser agraciada con más de una adjudicación. El contrato tiene una duración de tres años, del 2022 al 2024, aunque puede prorrogarse otros dos.
El primer lote corresponde a los distritos de Ciutat Vella, el Eixample y Sants-montjuïc, que acumulan el28% de los puntos de luz viaria de la capital catalana y el 76% de la iluminación artística. La zona B incluye los distritos de Les Corts, Sarrià-sant Gervasi, Gràcia y Horta-guinardó, que concentran el 32% de las luminarias en la vía pública de Barcelona y apenas el 7% del alumbrado artístico. Finalmente, el tercer paquete corresponde a los distritos de Nou Barris, Sant Andreu y Sant Martí, que suman el 40% de la iluminación de las calles y el 17% de la artística.
Las empresas que se beneficien de este contrato multimillonario no solo deberán asegurar el correcto funcionamiento de todo el sistema. También tendrán que encargarse del control del consumo energético; la renovación del sistema de telegestión; la prevención y reparación de las averías; y la realización de las inspecciones nocturnas y exhaustivas por toda la ciudad para detectar las posibles deficiencias. En la actualidad, según el Ayuntamiento de Barcelona, las luces de las calles de la ciudad tienen un nivel de averías inferior al 1 por ciento. El contrato también prevé que las empresas adjudicatarias del servicio se hagan cargo de la limpieza periódica de los puntos de luz. “Máxima gestión, mínimo consumo” es la sentencia que sintetiza el propósito del Ayuntamiento de Barcelona con esta iniciativa.
El concurso público, cuyas ofertas pueden presentarse hasta el 14 de septiembre, deja fuera determinadas instalaciones lumínicas de la ciudad que dependen de otros contratos e incluso de otras administraciones. Es el caso de las rondas, de los túneles urbanos, de la zona del anillo olímpico de Montjuïc y de una parte del paseo Joan de Borbó de la Barceloneta, las plazas del Mar y Pau Vila y l frente marítimo del paseo Colom que dependen de la Autoridad Portuaria.
Además de la conclusión de la inversiones del anterior plan de mejora del alumbrado público y de la elaboración de un nuevo programa para los próximos años, el Ayuntamiento tendrá que acabar de definir de aquí a unos meses otros proyectos ya iniciados como el plan de choque de Ciutat Vella, que persigue sobre todo incrementar la sensación de seguridad en
barrios del centro histórico de la ciudad.
El Consistorio tiene pendiente de finalización el plan de inversión en la mejora de la iluminación