España destruyó más de un millón de empleos en el estado de alarma
Es el peor dato de la historia, al que hay que añadir los 3,5 millones de ERTE
España destruyó 1,1 millones de empleos entre los meses de abril y junio pasados, periodo que coincide con el confinamiento decretado por el estado de alarma a causa de la pandemia de la Covid-19. A este negativo dato hay que añadir los 3,5 millones trabajadores que sufrieron un ERTE durante ese trimestre.
Nunca antes en un trimestre se habían esfumado 1,1 millones de puestos de trabajo. Es una de las facturas que dejó en entre abril y junio la pandemia de Covid en el mercado laboral español. Esas cifras, además, no tienen en cuenta los casi 3,5 millones de trabajadores que estaban en ERTE (expediente de regulación temporal de empleo) que pese a no trabajar se les considera ocupados al tener el contrato suspendido.
Los 1.074.000 ocupados menos no pasaron directamente a ser considerados como parados sino como inactivos ya que el confinamiento provocó que no pudieran buscar empleo de manera activa tal como marca las estadísticas internacionales. Por eso la EPA muestra que el incremento de los inactivos (ni trabajan ni están en el paro buscando un empleo) fue de 1.062.800 personas mientras que los parados se incrementaron en 55.000 personas, lo que dejó la tasa de desempleo en el 15,33% frente al 14,4% de hace un mes.
María Jesús Fernández, economista de Funcas, dijo ayer que si se tienen en cuenta la pérdida total de ocupados, la tasa de paro sería en realidad del 19% y si se tiene en cuenta los trabajadores en ERTE, la tasa se elevaría al 35%.
Precisamente para analizar el impacto de la crisis laboral, la EPA informó que las horas efectivamente trabajadas (no se incluye a los trabajadores en ERTE) se redujeron un 22,6%. Eso significa que en el segundo trimestre del año solo un 35% de las personas en edad de trabajar lo hicieron.
El número de parados es de 3.368.000 personas. Javier Serrano, consultor en el área de Economía Aplicada de AFI, explica que estimamos que “a finales de septiembre habrá unos 800.000 trabajadores que seguirán en ERTE y creemos que de esos unos 300.000 irán al paro”. La principal incógnita del mercado laboral español es precisamente saber cuántos de los empleados con el contrato suspendido nunca volverán a sus empresas.
El sector servicios que ha sufrido el cierre de establecimientos de hostelería y comercios es el que se ha llevado la peor parte: la ocupación descendió en 816.900 personas. En la agricultura la pérdida de empleos fue del 21.400 personas, en la industria de 127.000 y en la construcción de 108.700.
La crisis ha aumentado el número de hogares en los que todos los integrantes están en paro. En el trimestre creció en 74.900, hasta un total de 1.148.800.
Por comunidades, Catalunya fue una de las que más sufrió la contracción del mercado laboral puesto que uno de cada cinco empleos destruidos se dio en la comunidad. Los ocupados cayeron en 223.700 personas mientras que los parados se incrementaron en solo 61.300 ya que se dio el mismo proceso que en el resto de España de imposibilidad de buscar activamente un empleo. El secretario de Treball de la Generalitat, Josep Ginesta, dijo ayer que “las empresas están menos dispuestas a ofrecer trabajo y también las personas desisten temporalmente de buscarlo”.
Ayer la patronal CEOE aseguró que dada la magnitud de la crisis se deben “mantener las medidas ya adoptadas e intensificar el apoyo al mercado laboral ante la intensidad de la crisis”. Los sindicatos UGT y CC.OO. reclamaron medidas como mejoras en la protección de desempleo y señalaron la necesidad de extender los ERTE relacionados con la pandemia más allá del 30 de septiembre en los sectores que lo necesiten.
ESTIMACIÓN
Funcas calcula que si se cuenta la pérdida de puestos de trabajo el paro es del 19%
COMUNIDADES
En Catalunya, los ocupados bajaron en 223.000 personas en el trimestre