La policía alemana excava un jardín ligado al sospechoso del caso Maddie
Varios pozos del Algarve fueron inspeccionados este mes en busca del cuerpo
En su bucle de más de trece años que hasta ahora nunca ha conducido a una resolución, el caso de la desaparición en el Algarve de la niña Madeleine Mccann registró ayer un llamativo movimiento, al conocerse que la policía alemana estaba realizando un registro, que incluye excavaciones, en un jardín de la ciudad de Hannover, relacionado con el en la actualidad principal sospechoso, el pedófilo Christian Brueckner, que permanece encarcelado en Kiel por otro caso. Estas pesquisas se producen después de las realizadas en este mes de julio en varios pozos del Algarve, que constituyeron una nueva búsqueda frustrada del cuerpo de la pequeña británica, a la que los investigadores alemanas dan por muerta.
“El procedimiento se lleva a cabo en relación con nuestra investigación sobre Maddie Mccann”, declaró Julia Meyer, portavoz de la Fiscalía de Brunswick, que es el órgano que asumió la dirección de las pesquisas desde que se centraron en Brueckner. Este, según informaron ayer diversos medios, habría vivido en Hannover, lo que lo relacionaría con el jardín. Allí la policía actuó con el apoyo de diversa maquinaria, como dos excavadoras, y de perros, dentro de un amplio despliegue de efectivos. Sin embargo, la citada portavoz señaló que de momento no podía ofrecer más detalles, puesto que la policía “necesita más tiempo para terminar”.
Aparece así una nueva incógnita, la de qué se busca en el jardín de Hannover, desde el propio cuerpo de la niña, lo que resultaría no muy probable en el marco de lo que ha trascendido hasta ahora, hasta objetos relacionados con el sospechoso que contribuyan a resolver el crimen, como señalaban ayer algunos medios portugueses, a partir de la hipótesis de que el posible asesinato se habría producido en suelo luso, una suposición no obstante que está sin demostrar.
La excavación ha provocado en cualquier caso un movimiento visible en la pista alemana del caso Maddie, sobre la que no habían trascendido grandes novedades desde que a principios de junio se conoció su existencia, a través de los comunicados convergentes de los investigadores germanos, ingleses y portugueses. Señalaron como sospechoso a Christian Brueckner, un alemán de 43 años con un amplio historia delictivo, que vivía en el Algarve en el 2007 y cuyo teléfono lo situaría momentos antes de la desaparición junto al Ocean Club de Praia da Luz, donde pasaba unos días de vacaciones la familia Mccann.
Casi dos meses después de desvelarse la pista alemana, sigue sin haber pruebas para resolver el misterio
La firme convicción del fiscal Hans Christian Wolters de que la niña está muerta y su reconocimiento de que faltan pruebas para poder proceder contra el sospechoso, convertían en esencial la búsqueda del cadáver. En ese marco se produjeron en la primera quincena de este mes las inspecciones de varios pozos del Algarve, en zonas cercanas a lugares en los que residió Brueckner. En paralelo se han realizado otras indagaciones para profundizar en su etapa portuguesa.