Malasia condena a 12 años de cárcel por corrupción a su ex primer ministro
El ex primer ministro de Malasia Najib Razak, que gobernó el país entre el 2009 y 2018, fue condenado ayer a 12 años de prisión por varios delitos de corrupción en el primero de una serie de juicios del macroproceso relacionado con el desfalco millonario del fondo estatal 1Malasia Development Berhad (1MDB).
El juez halló al exmandatario culpable de un cargo de abuso de poder, tres de abuso de confianza y tres de lavado de dinero en este primer juicio, vinculado al desvío de 42 millones de ringgit (8,44 millones de euros) de una filial del 1MDB a sus cuentas personales. Además, impuso al acusado una multa de unos 42 millones de euros. El exmandatario no tendrá que ser ingresado en la cárcel ni que pagar su multa mientras apela su sentencia.
Tras la condena, Najib, sobre quien penden otros 35 cargos de corrupción en otros cuatro juicios, se dirigió al tribunal para defender su inocencia y aseguró que decía la verdad jurando ante dios en árabe. “No solicité los 42 millones de ringgit, no hice ningún plan para obtenerlos ni me los ofrecieron. No se han presentado pruebas ni testigos que lo afirmen”, declaró. Centenares de seguidores vitorearon al político a su salida del tribunal.
Najib se presentó como la víctima de un engaño perpetrado por el empresario malasio Jho Low, exasesor del político y huido de la justicia,, quien le aseguró que el dinero era un obsequio del rey Abdulá bin Abdelaziz de Arabia Saudí, fallecido en el 2015. El juez rechazó este argumento y dijo que el acusado “erró al no confirmar la veracidad” y la procedencia de la donación a pesar de contar con mecanismos para ello y ni siquiera le envió una carta “de agradecimiento” al monarca.
La trama de corrupción salió a la
Najib Razak, quien se declara inocente, desvió cientos de millones de un fondo estatal a sus cuentas privadas
luz en el 2015, cuando una investigación periodística expuso el desvío multimillonario desde el fondo de inversión estatal a las cuentas privadas de Najib y sus asociados, que desviaron 3.840 millones de euros procedentes del brazo inversor del Estado malasio.
El político, de 67 años, se apropió supuestamente de unos 522 millones. El escándalo desencadenó su derrota en las elecciones del 2018 y desde entonces el exmandatario vio como el gobierno de su antiguo mentor, Mahathir Mohamad, lograba sentarlo en el banquillo.