El independentismo acusa al Gobierno de avalar la decisión judicial
Torra exige a Sánchez que detenga “las hostilidades” si quiere reanudar el diálogo
La revocación del tercer grado a cinco de los encarcelados por el 1-O tuvo la réplica en forma de declaración institucional del presidente de la Generalitat, de un pequeño acto en las puertas de la prisión de Lledoners para apoyar a los cinco presos afectados, y de acusaciones contra el Gobierno con pocos precedentes. Sin ambages, por ejemplo, Quim Torra acusó al Ejecutivo de Pedro Sánchez de estar detrás de la suspensión de aquella medida penitenciaria y exigió a Sánchez que detuviera “las hostilidades” contra el independentismo si quiere reanudar el diálogo.
Cada vez que la Fiscalía se pronuncia en contra de los intereses de los condenados a prisión por el 1-O, el independentismo se encarga de recordar las palabras de Pedro Sánchez de noviembre del 2019, en plena campaña de las elecciones generales. Son aquellas con las que el presidente del Gobierno sugirió que el ministerio fiscal sigue las órdenes de la Moncloa.
Ayer volvió a cargar con las culpas el Gobierno, a menudo remarcando que son el PSOE y Unidas Podemos, y no Mariano Rajoy, los que ahora están al frente. Lo hicieron desde Jxcat, pasando por ERC y la CUP, u Òmnium y la ANC. Todos cargaron contra Sánchez.
En una declaración institucional, Torra afirmó que la Moncloa “ha alardeado de controlar la Fiscalía”, razón por la cual “hay que suponer que la retirada del tercer grado ha pasado el control del Gobierno de socialistas, de Podemos y de los comunes”. La decisión judicial no hace más que confirmar, según el jefe del Govern que “se acumulan las evidencias que ponen en duda la pretendida voluntad de diálogo del Gobierno español”.
De todos modos, el mismo presidente no parece estar muy convencido de la mesa de negociación entre el Gobierno español y el catalán que en su día pactó ERC con el PSOE a cambio de la investidura de Sánchez. Torra aseguró que Catalunya tiene hoy menos competencias y tiene menos recursos que “antes de empezar cualquier mesa de diálogo”, y ha responsabilizado al Gobierno y a los partidos que lo conforman. Para Torra, la revocación del tercer grado para los condenados a prisión por el 1-O no es justicia, sino “venganza”, la palabra más repetida ayer.
La declaración de Torra vino precedida por las palabras que en nombre del Govern había pronunciado al mediodía Meritxell Budó, consellera de Presidència, en nombre del Ejecutivo catalán: “El Gobierno más progresista de la historia actúa de la misma manera que actuaba el gobierno del PP”, censuró irónicamente. “Seguimos con la misma represión con la que ya nos tienen acostumbrados durante años, pero en este caso con un Gobierno formado por el PSOE y Unidas Podemos”, añadió la portavoz.
Decenas de personas acompañaron a los presos a los que se les ha revocado el tercer grado. Solo faltó Sànchez, que llegó a la prisión más tarde. Sus parlamentos, más los de Josep Rull y Jordi Turull, ante el centro penitenciario sirvieron para dar al movimiento independentista y a los concentrados las gracias por apoyarlos. También para asegurar que el encarcelamiento es “el paso necesario hacia la libertad”, para pedir aplausos para Dolors Bassa y Carme Forcadell, y para admitir que no esperaban que el tercer grado durara mucho. Por eso las caras no eran compungidas, sino reivindicativas.
Forn cargó contra la falta diálogo del Estado. Junqueras justificó el retorno al segundo grado porque el Estado “les tiene miedo”. También usó el mismo argumento Romeva. Cuixart envió un mensaje a Sánchez: “Si esta es su propuesta de diálogo”, el independentismo seguirá luchando “por la defensa de los derechos fundamentales”.
En esta línea se expresó a Pere Aragonès, vicepresidente del Govern y coordinador nacional de ERC. Interpeló a Sánchez y puso ahora como condición la amnistía para mantener el diálogo en la mesa de negociación. El dirigente republicano calificó de “paso atrás de gigante” la revocación del tercer grado y acusó a la Fiscalía de “reventar” este espacio de diálogo.
CON PSOE Y UP EN EL GOBIERNO Para los partidos y entidades soberanistas la situación es la misma que con Rajoy
“PASO ATRÁS DE GIGANTE” Aragonès pone ahora como condición la amnistía para estar en la mesa de negociación