El Grec que no pudo ser llega ahora
Una treintena de producciones que la pandemia impidió que llegaran al festival se verán en la temporada barcelonesa
El festival Grec está a punto de concluir. Todavía hay espectáculos en curso, como el circo de Estat d’emergència, la danza de Pau Aran y la música de Nico Roig y Els amics de les Arts. Y como los dos conciertos de los Stay Homas que cerrarán el jueves y el viernes el Grec más extraño, difícil y valiente en cuatro décadas debido a la zozobra del coronavirus. Porque en un verano en el que los grandes festivales europeos, desde Aviñón a Edimburgo, han bajado la persiana, el Grec la ha mantenido subida con propuestas que recorrerán todo el mundo cuando de nuevo se pueda. Y si el Grec reducido de este año ya ha sido importante, el director del encuentro, Cesc Casadesús, ha decidido presentar ahora que se despiden el Grec que tenía que ser y que no ha podido ser. Los grandes estrenos previstos que no han llegado a tiempo porque el con- finamiento impidió que se ensayaran... pero que los barceloneses podrán ver durante toda la próxima temporada teatral que comienza en septiembre. Montajes llamativos que van desde el musical El màgic d’oz dirigido por David Selvas a la adaptación de la gran novela mexicana Pedro Páramo por Pau Miró y Mario Gas.
Y es que si el festival Grec siempre es una parte esencial de las temporadas barcelonesas, porque produce o coproduce muchos de los espectáculos que luego se ven en ellas, este año va a ser totalmente decisivo para el sector, al haber decidido mantener sus aportaciones aunque los montajes no se pudieran ver acabados en el propio festival, sino después en otros teatros.
Son casi una treintena de proyectos que llegarán a Barcelona a partir de septiembre, comenzando por La Mercè, en la que se podrá ver Gran reserva, el nuevo espectáculo de los populares payasos de Rhum & Cia. Y acabando por el próximo Grec, al que se han trasladado montajes como La casa de los espíritus, la novela de Isabel Allende con dirección de
Carme Portaceli, o como la danza de Enter Achilles, la cultura masculina de pub británica convertida en danza en 1995 por Lloyd Newson y revivida ahora en una nueva producción por el Ballet Rambert y el Sadler’s Wells.
Desde el 23 de septiembre se po- drá ver en el Teatre Akadèmia Win- nipeg, dirigida por Norbert Martí- nez y que formaba parte del foco que el festival ponía en América Latina. Winnipeg, explica Martínez, es un viaje desconocido por mucha gente: es el nombre de un barco, recuerda, que fletó Pablo Neruda tras la Guerra Civil y que se llevó 2.000 exiliados desde Francia hasta Chile. “Todos los que hemos llegado a esta historia la encontramos tan fascinante que no entendemos que no forme parte de los relatos explicados en nuestro país”, señala. Y justamente ellos lo explican desde hoy y desde la necesidad de que esa historia se volviera a conocer. Y la narran con canciones, vídeo y teatro de objetos, convirtiendo la propuesta casi en “una exposición de arte puesta dentro de un teatro para explicar una historia épica de 2.000 personas”, señala el director.
A finales de octubre llegará a la
Sala Beckett otra pieza que formaba parte del Grec, El combat del segle, de Denise Duncan. Que cuenta que se basa en la vida de Jack Johnson, “la primera persona negra en ganar el cetro de los pesos pesados y que a principios de siglo acaba viniendo a Barcelona un par de meses y se queda tres años”. “Él llega de un país con una segregación grande y se encuentra con una Barcelona cosmopolita, pasea por los cabarés del Paral·lel e incluso intentó ser torero. La obra habla de racismo pero también de miedo. A la muerte, sea la física o la de no trascender, y a no ser querido”, afirma la autora.
Y en octubre en el Matadero de Madrid y en noviembre en el Romea de Barcelona se verá Pedro Páramo, la adaptación de la gran novela de Juan Rulfo. La adaptación es de Pau Miró, quien confiesa que se trata de una novela que le obsesionaba: “Es mi preferida, una mina llena de oro, y hay para todo el mundo. Es la novela preferida de Borges y García Márquez, y la hemos adaptado sin traicionar el laberinto que es para que no pierda la sensación de extrañeza y magia. En ella Juan Preciado descubre quién es su padre, Pedro Páramo, y hay un viaje iniciático cargado de poesía, mala uva y sentido del humor”. Mario Gas, director del montaje, dice que lo más importante es “explicar la historia a partir de dos oficiantes en vez de ser paisajísticos y meter 40 actores y 120 tumbas”. Y los dos oficiantes son Vicky Peña y Pablo Derqui para recorrer, dice, “un viaje iniciático a la búsqueda de sí mismo y de un mundo perdido, y profundizar en el alma humana y sus contradicciones: caciquismo, revolución, amor, existencia y melancolía”.
Otro proyecto del Grec que ahora se verá en el teatro Condal es el musical El màgic d’oz, con David Selvas como director y Marc Artigau como adaptador, que han creado un imaginario reconocible para todos pero más contemporáneo en el que el león es una leona y el hombre de lata, un robot de género neutro.
‘Pedro Páramo’, ‘El màgic d’oz’ o la épica aventura del barco ‘Winnipeg’ se verán a partir de septiembre
‘La casa de los espíritus’ dirigida por Portaceli y el ‘Enter Achilles’ de Lloyd Newson irán al próximo Grec