Trabajo extenuante
Soy médica de familia y siempre me he sentido satisfecha con mi profesión, aunque los trabajadores de la atención primaria históricamente somos los hermanos pobres de nuestro colectivo. Acumulamos años de infradotación de recursos, al principio justificada por la crisis económica, cuya recuperación no se vislumbraba de no habernos declarado en huelga a finales del 2018. A pesar de todo, me he sentido afortunada.
Cuando llegó la pandemia nos vimos obligados a cambiar nuestra manera de trabajar. La situación actual dicta unas normas que en la calle a menudo se infringen y los profesionales sanitarios vemos con gran preocupación esas infracciones. Sabemos que el virus sigue entre nosotros y que las desescaladas fracasarán si no se sigue aplicando el abc (mascarilla, distancia, lavado de manos). Y así nos va: en pleno verano, nuestros centros están colapsados por el número creciente de infectados por Covid-19, mientras nosotros, sanitarios de atención primaria, necesitamos con urgencia unas vacaciones tras meses de trabajo extenuante.
Por parte de los políticos seguimos tan abandonados como siempre, y vemos a la sociedad despreocupada por entender que la pandemia ya es historia. Si no cambiamos radicalmente como sociedad, los sanitarios no podremos soportarlo. La pandemia está siendo muy dura.
Seamos solidarios y entendamos que la contribución de todos es imprescindible porque, de lo contrario, estamos abocados al fracaso.
Laura Díaz Gete
Médica de familia Barcelona