Los buses sustituyen al metro en l’hospitalet este verano
Las obras de mejora de la infraestructura de la línea 1 dejan a la segunda ciudad de Catalunya sin metro durante todo el mes de agosto
La Riera Blanca, que tanto dio que hablar en el proceso de desconfinamiento al ser la frontera porosa entre Barcelona y l’hospitalet, vuelve a ser tenida en cuenta por los ciudadanos que se mueven en metro de la primera a la segunda ciudad de Catalunya o viceversa. Durante todo el mes de agosto, la Riera Blanca es el punto en el que se interrumpe el trayecto habitual. El tramo de la línea 1 que discurre por l’hospitalet, desde Santa Eulalia hasta Hospital de Bellvitge, permanece cortado por obras de mejora de la infraestructura hasta el 29 de agosto. En su lugar, un servicio de bus alternativo recorre las ocho paradas sin servicio en la trama urbana de l’hospitalet.
En una situación normal, este tramo es muy utilizado, aunque el descenso habitual de la movilidad laboral en agosto, sumado a la caída de viajeros por la crisis del coronavirus hicieron que en el primer día de corte no se dieran grandes aglomeraciones. Una veintena de autobuses articulados de Transports Metropolitans de Barcelona (TMB) tratan de sustituir al metro. En hora punta sí que el nivel de ocupación fue alto, pero sin tener que llegar a limitar la afluencia del servicio. Durante el resto del día, la situación estuvo más relajada.
Las paradas de Santa Eulàlia y Torrasa fueron las que más movimiento registraron. En la planificación de los trabajos, hecha con meses de antelación, preocupaba especialmente esta última parada por ser el principal intercambiador con la línea 9 de metro, con destino al aeropuerto de El Prat. Ahora, los viajeros internacionales cargados de maletas son algo más caros de ver en la ciudad en general y en el transporte público en particular. Tampoco hay ni rastro de ellos en la rambla Just Oliveras, en el centro de l’hospitalet, donde cada verano que pasaba se veían más turistas alojados. Los vecinos de esta zona, con estación tanto de Renfe como de Ferrocarrils de la Generalitat (FGC), optaron en su gran mayoría por el tren como sustituto del metro para ahorrarse la larga excursión alternativa en autobús de camino al trabajo. Los informadores equipados con sombrillas para protegerse del sol no tuvieron excesivo trabajo.
Aún así, los que más tiempo de viaje se ahorran desde ayer son los profesionales sanitarios, pacientes y familiares que se desplazan al polo sanitario de Bellvitge desde Barcelona. Además del bus sustitutorio que circula por las paradas de metro sin servicio, TMB ha habilitado a propuesta del Ayuntamiento de l’hospitalet un bus lanzadera que va directamente entre el hospital y plaza Espanya a través de la Gran Via, con una única parada intermedia en plaza Europa, donde se puede hacer intercambio con Ferrocarrils.
Con un presupuesto de 4,6 millones de euros, durante el corte del metro se renovará la vía en diferentes tramos que suman cerca de dos kilómetros, se actualizará el sistema de drenaje en una zona de 500 metros, se mitigarán vibraciones y se renovarán los enclavamientos que facilitan las maniobras en caso de incidencia en las estaciones de Avinguda Carrilet y Torrassa, además de instalar un aparato de vía nuevo en la estación de la Florida. El director de la red de metro, Ramon Bacardí, considera estas actuaciones “necesarias para renovar diversos elementos por la obsolescencia propia del tiempo de servicio”.
En paralelo, al otro lado del continuo urbano, en el Besòs, se están llevando a cabo desde la semana pasada las obras de mejora de la línea 4, que está sin servicio entre Selva de Mar y La Pau, también hasta finales de agosto.
Un bus lanzadera conecta directamente plaza Espanya con el hospital de Bellvitge y acorta el tiempo de viaje