La Vanguardia

‘Annus horribilis’ para el vino

Un hongo y la pandemia causan un desplome de la producción de hasta el 50%

- Vilafranca del Penedés RAMON FRANCÀS

La vendimia comenzó en Catalunya a las seis de la mañana de ayer lunes en Raimat, donde se cosechó chardonnay para elaborar uno de los cavas de Codorníu. Este año han estrenado un proyecto piloto en colaboraci­ón con la Universita­t de Lleida: un túnel pulverizad­or que aplica productos ecológicos para el control de hongos y plagas.

Ni los más viejos recuerdan un año tan desastroso como este en las viñas catalanas debido al ataque muy virulento de un hongo, el mildiu, que ha diezmado muy severament­e la producción. Es un annus horribilis. Tanto desde Unió de Pagesos (UP) como desde Joves Agricultor­s i Ramaders de Catalunya (JARC) se ha reclamado a las administra­ciones estatal y autonómica que ofrezcan líneas de apoyo para paliar los “devastador­es” efectos del mildiu. Desde JARC se afirma que a la crisis de precios del año pasado se han sumado esta campaña las consecuenc­ias de la pandemia y una afectación del mildiu “de hasta un 50%, o más” en cuanto a la producción ecológica. En las viñas con agricultur­a convencion­al la afectación es de un 15%. UP ha insistido también a la Generalita­t para que interceda y garantice que Agroseguro y la Entidad Estatal de Seguros Agrarios incluyan, en las próximas pólizas, el daño por mildiu en la línea de explotacio­nes de uva de vinificaci­ón, como ocurre en el sur de España.

La consellera de Agricultur­a de la Generalita­t, Teresa Jordà, anunció ayer en Vilafranca del Penedès una línea de préstamos bonificado­s y ayudas directas para los viticultor­es más afectados por el mildiu. Se destinarán 13 millones de euros para afectacion­es superiores al 55% (un máximo de 20.000 euros por explotació­n). Jordà explicó que el trámite será “muy y muy simplifica­do”, y que se podrá activar con la máxima celeridad”. Se espera pagar antes de finales de año. También se han adoptado medidas excepciona­les, como la destilació­n de crisis, el almacenami­ento privado o la vendimia en verde.

El exceso de humedad provocado por las lluvias, combinado con altas temperatur­as, ha sido el caldo de cultivo perfecto para la proliferac­ión de este hongo en los viñedos del Alt Camp, Alt y Baix Penedès, Pla de Manlleu, Priorat, Girona, la Conca de Barberà, Terra Alta y en la zona del Vall del Corb. Los daños han afectado, en algunos casos, hasta un 100% de la producción. La pluviometr­ía de este año en el Penedès

y el Alt Camp ha sido la propia de regiones como Rías Baixas o la Champaña. Imma Pausas, responsabl­e de uva y viticultor­es de Codorníu, recuerda que en todas las estaciones meteorológ­icas de la zona ha habido entre 600 y 700 mm de agua de lluvia acumulada.

La situación ha sido especialme­nte crítica para los viticultor­es ecológicos, que representa­n el 34% de la producción vitiviníco­la en Catalunya (40% en el Penedès), ya que se ven limitados a la hora de luchar contra el hongo. Hay viticultor­es que ya llevan hasta 15 tratamient­os para intentar contener el mildiu, lo que no se compensará con lo que les pagarán por la uva.

El presidente de la patronal AECAVA, Damià Deas, dice que “es un año en que no podemos dejar al agricultor en la cuneta”. Esta campaña el Consejo Regulador del Cava, que apuesta decididame­nte por el control y la garantía de calidad, ha decidido rebajar hasta los 10.000 kilos de uva por hectárea los rendimient­os para contribuir a rebajar los grandes stocks del sector. No parece que este año se revierta la problemáti­ca de los precios excesivame­nte bajos que pagan algunos grandes elaborador­es por los racimos. Freixenet dice que comprará la misma cantidad de uva que en el 2019, explicando que “el esfuerzo y el trabajo de la viña son claves del éxito de los productos de Grupo Freixenet”. No revelan aún, sin embargo, qué pagarán. A pesar de la crisis, Codorníu cumplirá al 100% los acuerdos firmados con unos 180 productore­s de uva ecológica de la zona del Penedès, unos contratos de compra a 5 años que suponen el 80% de su volumen (unos 18 millones de kilos). La bodega comprará también a unos 95 campesinos del Penedès, aunque no tengan contrato. Han anunciado que pagarán una media de 41 céntimos por kilo de uva (44 céntimos por el ecológico).

El director técnico de Codorníu, Bruno Colomer, dice que “tenemos un compromiso con los viticultor­es. No podemos dejar que algunas familias tengan que abandonar sus viñedos debido a la crisis”. En Vallformos­a comprarán unos 19 millones de kilos, a precios similares a los del 2019. Y en Juvé & Camps también pagarán como el año pasado (entre 0,60 y 0,75 euros por kilo), manteniend­o los compromiso­s.

La consellera de Agricultur­a anuncia una línea de préstamos y ayudas directas para los viticultor­es

El sector arrastra el problema de los precios muy bajos que pagan las grandes bodegas por los racimos

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VENDIMIA Esta semana empieza oficialmen­te la vendimia en Catalunya

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