Sabadell investigará un botellón multitudinario con un detenido
El Ayuntamiento de Sabadell abrirá una investigación para aclarar lo ocurrido en un botellón multitudinario que se organizó el martes y que se saldó con la detención de un adolescente tras enfrentarse a la policía local. Las imágenes de la confrontación y de la tensión que se generó entre los jóvenes y los agentes se viralizaron ayer en las redes sociales.
Todo comenzó cuando la policía recibió llamadas de vecinos quejándose porque había más de medio centenar de jóvenes haciendo botellón cerca de los pisos y provocando molestias, en el patio interior de la manzana formada por las calles Lucà, Marcial y Ovidi, en el barrio de Can Rull, al norte de la ciudad. Al llegar la patrulla, gran parte del grupo huyó corriendo, mientras que algunos jóvenes, que se quedaron, increparon a los agentes. Según el informe policial, uno de ellos, de 19 años, se negó a acatar las indicaciones, arrancó el número de identificación de un agente, se lo metió en los calzoncillos y agredió a un policía. Este fue el joven que acabó detenido por un presunto delito de atentado contra la autoridad.
Asimismo, a través de las redes sociales, se difundieron imágenes que muestran a un policía que da una patada a un chico y junto con otro agente, lo inmoviliza en el suelo. Sus amigos, todos con la mascarilla puesta, se quejaban de la actuación policial, por considerarla totalmente desmedida. Además de la detención, durante la actuación policial, la patrulla identificó a tres adolescentes más que también formaban parte del grupo denunciado. Desde el Consistorio explican que hubo otro joven que huyó antes de la detención de su colega y que lanzó una botella de vidrio contra un agente, sin llegar a herirlo.
La semana pasada, los departamentos de Salut e Interior de la Generalitat de Catalunya firmaron –con la aprobación del Procicat– la resolución que prohíbe los botellones en todo el territorio de Catalunya, “por razones de salud pública”, dijo entonces la portavoz del Govern, Meritxell Budó.
Dicha resolución establece que son los propios ayuntamientos quienes deben velar por el cumplimiento de esta norma y los encargados de imponer las sanciones a quienes participen de los botellones, que en caso de considerarse “graves” pueden suponer multas de entre 3.000 y 15.000 euros.