En todas las ejecutivas
La formalización de la ejecutiva de Junts después de la votación de los asociados no solo ha convertido a Carles Puigdemont por primera vez en presidente de un partido y a Jordi Sànchez en militante y secretario general. A Sànchez le molesta que se hable de posconvergència al referirse al nuevo partido pero en la lista de integrantes del órgano de dirección de Junts hay quien la encarna a la perfección. Se trata de Albert Batet, presidente del grupo de Jxcat en el Parlament. Batet, exalcalde de Valls y hombre de confianza del expresident formó parte de la ejecutiva de CDC, como hizo Puigdemont, pero también participó de la del PDECAT en su fundación, aunque solo estuvo seis meses, ya que el régimen de incompatibilidades le obligaba a dejar uno de los cargos de designación u orgánicos que ocupaba. Por el mismo motivo también se sacrificaron Elsa Artadi y Lluís Guinó, que ahora han acabado en Junts –Artadi dejó incluso la militancia–, además de Montserrat Candini, que sigue en el PDECAT. A pesar de su paso por las tres ejecutivas, Batet es el segundo miembro del equipo de Junts más joven, con 41 años.