Jxcat y ERC se enzarzan en reproches por las resoluciones sobre el Rey
Esquerra defiende al secretario del Parlament ante la presión de los socios
Esquerra rechazó ayer la petición de sus socios de Junts per Catalunya para que se publicara íntegra una resolución contra la monarquía que puede comportar la inhabilitación del máximo funcionario del Parlament, su secretario general, Xavier Muro. ERC y Jxcat se cruzaron duros reproches.
La polémica por las resoluciones del pleno extraordinario sobre la monarquía, que se publicaron recortadas en el Butlletí Oficial del Parlament de Catalunya (BOPC) para no contravenir al Tribunal Constitucional (TC), recrudeció ayer la pugna entre los dos socios del Govern, Junts per Catalunya y Esquerra Republicana. Diputados de ambas formaciones cruzaron otra vez declaraciones y reproches en público después de que los posconvergentes se quedaran solos en la reunión de la Mesa con un escrito que presionaba al presidente de la Cámara, Roger Torrent.
En concreto, su petición era para que el dirigente republicano forzara al secretario general de la institución, Xavier Muro, a publicar íntegros los textos que se aprobaron en el último pleno y que fuera destituido si se negaba. En el BOPC se omitieron los puntos que contradecían sentencias del Alto Tribunal y que reprobaban al rey Felipe VI, acusaban a la monarquía de “delincuente” o reafirmaban el compromiso con la autodeterminación y la independencia. Y así seguirán esos fragmentos, en el limbo parlamentario.
De hecho, no hubo votación en la reunión telemática del órgano rector sobre esa cuestión, pero todos los grupos expresaron cuál era su postura y ERC se posicionó en contra junto con Ciudadanos y el PSC al entender que no se pueden cargar las consecuencias de las resoluciones del TC sobre un funcionario. Un hecho que dio munición a Jxcat para acusar a los republicanos de “censurar” al Parlament.
Josep Costa, vicepresidente primero de la institución, y Eusebi Campdepadrós, secretario primero, compartieron el mismo mensaje cuando acabó la videoconferencia de la Mesa. “Lamentamos que los partidarios de la autocensura y de la censura (ERC, Cs y PSC) se hayan alineado para avalar la decisión de censurar las resoluciones contra la monarquía borbónica”, escribieron en su cuenta de Twitter, que poco después se convirtió en el campo de batalla de las dos familias hegemónicas del independentismo.
El presidente del grupo parlamentario de Jxcat añadió al comentario de Costa que “dice muy poco de la calidad democrática” que “se aplique censura” a la única Cámara que “ha condenado la corrupción de la monarquía española”, una crítica que también iba dirigida contra ERC, sin lugar a dudas.
La diputada Aurora Madaula se refirió a los republicanos como “extraños compañeros de viaje” de “la censura, las limitaciones y la vulneración de los derechos de los diputados”. “Ni republicanos, ni independentistas”, aseveró.
Más tarde, Costa sugirió de forma velada a Torrent que “se aparte si tiene dudas”, usando un discurso suyo previo al referéndum del 1-O.
Elsa Artadi, vicepresidenta del nuevo partido de Carles Puigdemont, por su parte, acusó a los republicanos de “postureo” por “no atreverse a publicar lo que han votado, escondiéndose detrás de los letrados” y de “seguir limitando la soberanía del Parlament”. Respondía a un comentario de la alcaldesa de Sant Cugat del Vallès, la republicana Mireia Ingla, que había considerado “lamentable” que “se acabe denunciando al secretario general de una institución como el Parlament” cuando la idea inicial era “denunciar a la monarquía”.
El malestar se hizo patente en las filas de ERC y uno de sus dirigentes, Isaac Peraire, apuntó que los “embates estériles, preparados solo para desgastar (o intentarlo) al rival independentista (socio)”, solo han conseguido “degradar al Parlament” en esta legislatura. Son “los mismos que hablaban de unidad y que están más rotos que nunca”, añadió sobre Jxcat.
Una consideración similar a la de Ernest Maragall, que reprochó a Costa que “degrade” su función institucional y le espetó que “sustituir el combate común por la confrontación
Los republicanos lamentan que sus socios busquen su “desgaste” y creen que actúan así por “tacticismo electoral”
interna es mucho más y mucho peor que un error”.
La portavoz del partido, Marta Vilalta, tachó de miope “la batalla del desgaste interno entre independentistas” y dijo que en su lugar debería haber “trabajo común para fortalecer, sumar, atraer y convencer”. Ruben Wagensberg, miembro del grupo republicano, recordó que durante la legislatura pasada “se protegió a los trabajadores” de la institución y contrapuso esa situación a que ahora “se les pone en el centro y se les señala”. “Poca cultura antirrepresiva de la derecha”, añadió el diputado, que apuntó que la “solución no es criminalizar a ningún trabajador ni utilizar la represión por tacticismo electoral”.
El líder de ERC en el Congreso, Gabriel Rufián, no se quedó al margen y afirmó que “no es nuevo” que “la derecha catalana señale al más débil”, pero que sí lo es que lo haga “todo un vicepresidente del Parlament”. “En las instituciones convienen políticos, no magos. La magia para los brujos”, concluyó.
Lejos de quedar ahí, las discrepancias entre los dos socios tienen visos de seguir porque la Mesa admitió ayer una propuesta de resolución de Cs de apoyo al secretario general de la Cámara. Será la junta de portavoces la que fije cuándo se debate en el pleno. Por otra parte, el órgano rector rechazó un escrito de los naranjas que instaba a Torrent a respaldar en público a Muro. •