Conmoción en Bélgica por el vídeo de la muerte de un detenido
El Gobierno belga reaccionó con sorpresa a la aparición de un vídeo de una intervención policial que acabó con la muerte en el 2018 de un ciudadano eslovaco detenido en el aeropuerto de Charleroi. Las imágenes muestran un agente sentado sobre el pecho del detenido durante 18 minutos mientras sus compañeros se reían y una uniformada hacía un saludo nazi.
“Esto es indecoroso y totalmente impactante”, dijo el ministro de Justicia, Koen Geens, sobre el vídeo publicado el miércoles en el diario Het Laatste Nieuws. El ministro del Interior, Pieter De Crem, calificó de “desproporcionada” la intervención y dijo que era necesario aclarar las circunstancias de lo sucedido.
El 23 de febrero del 2018, a Jozef Chovanec, de 38 años, se le negó el embarque tras no mostrar su billete y encararse a una azafata. Como se puede ver en el vídeo, nada más ser detenido, comienza golpeándose fuertemente la cabeza contra la puerta de la celda hasta el punto de empezar a sangrar.
Al entrar en la celda, los uniformados le tumban sobre la cama y tratan de inmovilizarle envolviéndolo con una manta y presionando sobre su pecho. Henrieta Chovancova, la viuda de Chovanec, denuncia en el periódico belga que los oficiales deberían haberse preocupado por la salud de su esposo. En lugar de eso, el vídeo muestra una imagen surrealista, con agentes sonriendo y una mujer realizando el saludo nazi. Chovanec fue trasladado al hospital, pero entró en coma y murió al día siguiente.
El fallecido era propietario de una empresa que contrataba a obreros eslovacos para trabajar en Bélgica, por lo que viajaba con frecuencia al país. Su familia asegura desconocer los motivos de su comportamiento errático antes de la detención. La autopsia reveló que no había tomado drogas o alcohol y que murió por un ataque al corazón.
Un portavoz de la Fiscalía de Charleroi dijo que todos los agentes implicados habían sido entrevistados, pero que ,“debido a la crisis de la Covid-19”, la investigación sufría retrasos. La oficial que hizo el saludo nazi fue despedida ayer.
Un agente se sentó 18 minutos sobre su pecho mientras otros se reían y una uniformada hacía el saludo nazi