Otro salto masivo en la valla de Melilla se salda con un muerto
Medio centenar de subsaharianos consiguen llegar a la ciudad
Un inmigrante irregular falleció ayer en territorio de la ciudad autónoma de Melilla tras conseguir saltar la valla en compañía de otras cincuenta personas, de un total de tres centenares que lo intentaron a primera hora de la mañana. El salto, uno de los más numerosos en lo que va de año, se saldó con otros ocho migrantes y tres guardias civiles lesionados.
El intento de ayer resultó completamente inesperado, ya que en las últimas semanas las personas que pretenden llegar a Europa han variado sus rutas, desplazándose hacia Argelia y Mauritania. Desde el país magrebí embarcan en pateras que llegan a zonas situadas cada vez más al este de la Península, mientras que desde Mauritania abordan cayucos hacia las islas Canarias.
Fuentes oficiales señalan que la víctima mortal falleció por “causas naturales”, probablemente debido a un paro cardiaco tras el esfuerzo por superar la valla de seis metros que separa la ciudad autónoma del territorio marroquí. Fue atendido en el mismo lugar por miembros del 061 y de la Cruz Roja que no pudieron hacer nada por salvar su vida.
La Guardia Civil estima en unos 300 los subsaharianos que intentaron penetrar por la zona del Barrio Chino, aunque las cifras no son demasiado fiables ya que la gran mayoría de ellos fueron “interceptados y rechazados por los gendarmes y las fuerzas auxiliares marroquíes”.
Los agentes de la Guardia Civil que resultaron lesionados presentan un hombro dislocado, un corte en la cabeza y un tercero ha sufrido una bajada de azúcar. Los efectivos policiales fueron arrollados por el grupo de personas que finalmente logró entrar en la ciudad.
La valla de Melilla, y también la de Ceuta, se encuentran en obras en estos momentos ya que se está procediendo a eliminar las concertinas que causaban graves heridas a quienes intentaban salvar el obstáculo. En la actualidad se procede a elevar la altura de la cerca hasta los diez metros y a colocar en la parte superior unos grandes rodillos giratorios, que impedirán alcanzar la parte más alta de la valla al hacer resbalar a quienes lo intenten. Sin embargo, los elementos cortantes siguen presentes en la valla establecida en el lado marroquí, que los inmigrantes deben sortear antes de intentar escalar el obstáculo español.
Los trabajos se adjudicaron a la empresa Tragsa con un presupuesto que alcanza los 17 millones de euros, 9 millones para la valla de Melilla y 8,3 millones para la de Ceuta.
Los saltos a las vallas de Ceuta y Melilla se habían ralentizado en lo que va de año, también debido a las dificultades que la pandemia de la Covid-19 ha planteado a los candidatos a formar parte de la inmigración irregular en Europa
El anterior salto numeroso también se produjo en Melilla y fue el pasado mes de abril, cuando un número similar de personas intentó acceder a la ciudad y únicamente lo lograron unos cincuenta. Entre el 15 de marzo y el 15 de mayo se registraron 126 entradas a través de estos puntos, frente a las 1.023 que se produjeron en el mismo periodo del 2019.
Se están eliminando las concertinas de los cercados, pero estos se elevarán hasta diez metros