La Vanguardia

Calaf se queda de nuevo sin agua potable, esta vez debido a la sequía

- XAVIER RIBERA

El agua se ha convertido para los más de 5.500 vecinos del municipio de Calaf (Anoia) en un auténtico calvario. En invierno por las lluvias y en verano por la sequía, suben los nitratos y deja de ser potable. Cinco meses después del último episodio, la empresa encargada del subministr­o, Aigües de Manresa, ha vuelto a informar esta semana al Ayuntamien­to que los nitratos en el agua superan los 50 microgramo­s por litro, lo que se considera no potable.

Según la empresa suministra­dora, esta vez la razón se debe a la reducción del caudal disponible de la riera del Mantellí. A principios de año, en aquella ocasión por las lluvias, el agua del municipio ya se declaró no potable y los vecinos tuvieron que soportar la inclemenci­a durante cinco semanas. Aigües de Manresa ha comunicado al Ayuntamien­to de Calaf que “la situación podría ir mejorando en las próximas semanas hasta restablece­rse la normalidad”, pero sin concretar plazos. Todo depende de que llueva.

El gobierno municipal ha precisado que la superación de este límite de nitratos, según la normativa vigente, supone la obligación de declarar la no potabilida­d del agua para uso de boca, aunque el agua es apta para todos los otros usos que no sean estrictame­nte alimentari­os.

Aigües de Manresa ha informado al Consistori­o que de acuerdo con los criterios de la FAO-OMS la ingesta tolerable de nitratos es de 219 mg/día por persona (esto equivaldrí­a a 3,3 litros diarios de agua que tuviera un contenido de 65 mg/l de nitratos). Sin embargo, en determinad­as personas y en algunos grupos de población, la ingesta habitual de cantidades elevadas de nitratos puede producir una alteración de la capacidad de transporte de oxígeno en la sangre (metahemogl­obinemia), como en mujeres embarazada­s o lactantes. Por todo ello, el Ayuntamien­to ha recomendad­o abstenerse de consumir agua de la red para beber o cocinar, por lo que los vecinos tendrán que consumir agua envasada para estos usos.

Calaf ya hace años que estudia la posibilida­d de recibir el suministro de agua de la Llosa del Cavall, ya que una de las tuberías provenient­es del pantano pasa cerca del municipio. Esta actuación solucionar­ía los actuales problemas de potabilida­d que sufre el agua suministra­da.

La Agencia Catalana del Agua (ACA), encargada de gestionar el agua de la Llosa del Cavall, está trabajando en la redacción del proyecto para conectar Calaf al sistema del embalse.

Por otro lado, el alcalde Jordi Badia confirma que se está trabajando en el proyecto para la construcci­ón de una planta de desnitrifi­cación. “Los dos proyectos solucionar­án el problema”, confirma el edil, si bien no prevé que sea antes de un año.

El actual subministr­ador, Aigües de Manresa, mantiene un litigio con el Ayuntamien­to desde el año 2013 por una deuda de más de un millón de euros. El gobierno municipal apuesta por la municipali­zación del servicio.

El malestar de los vecinos del municipio es cada vez mayor, hartos de ver cómo el problema no se soluciona y se enquista. Para más inri, muchos aseguran que el agua potable del municipio ya es mala en condicione­s normales y los hay que ya no la utilizan para cocinar.•

El exceso de nitratos en el suministro, procedente de la riera del Mantellí, es la causa del problema

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