Las otras Gretas del clima
La alemana Luisa Neubauer y las belgas Anuna De Wever y Adélaïde Charlier confirman el liderazgo juvenil femenino ante la crisis climática en una visita a Merkel con la activista sueca
El movimiento global por la protección de clima que la adolescente sueca Greta Thunberg desencadenó con su primera huelga escolar personal hace ahora dos años vuelve por sus fueros al ruedo público tras unos meses de actividad básicamente digital por culpa del coronavirus. Thunberg, de 17 años, y otras tres activistas del clima surgidas en otros países, también ellas jóvenes mujeres resueltas a asumir el liderazgo medioambiental, fueron recibidas ayer en Berlín por la canciller de Alemania, Angela Merkel. Fueron 90 minutos de entrevista en la Cancillería. Objetivo realizado: entregarle una carta abierta para líderes globales y de la Unión Europea –Alemania ostenta este semestre la presidencia rotatoria del Consejo de la UE– en la que les exigen “dejar de pretender que podemos resolver la crisis climática y ecológica sin tratarla como una crisis”.
Las homólogas de Thunberg que se entrevistaron junto a ella ayer con Merkel son cofundadoras o principales impulsoras del movimiento juvenil por el clima en sus respectivos países, Alemania y Bélgica. En Alemania, es Luisa Neubauer, de 24 años, estudiante de Geografía, quien empezó a organizar las huelgas de escolares y jóvenes. En Bélgica, la movilización posee dos rostros, uno flamenco y otro francófono: los de Anuna De Wever y Adélaïde Charlier, ambas de 19 años.
Tras su encuentro con la canciller, las cuatro activistas dieron una rueda de prensa al aire libre, bajo un sol de justicia, en un lugar de alto contenido simbólico: la Casa de las Culturas del Mundo (Haus der Kulturen der Welt, HKW), un centro de artes contemporáneas internacionales y foro de debate de cuestiones de actualidad. Greta Thunberg lamentó la “inacción política” de los líderes globales en la materia, y admitió que ayer era “un día especial” para ella, pues se cumplían dos años exactos de aquel 20 de agosto del 2018 en que ella, quinceañera, empezó su huelga escolar con pancarta ante el Parlamento sueco en Estocolmo. Pese a la espectacular movilización global que siguió, “hemos perdido dos años cruciales debido a la inacción política”, afirmaron las cuatro activistas. En la carta, firmada por unas 125.000 personalidades de todo el mundo, se reclama a los países el fin inmediato de inversiones y subvenciones a los combustibles fósiles. “La crisis climática y ecológica nunca ha sido tratada como una crisis”, insistió Thunberg.
El coronavirus ha supuesto en los últimos meses un gran desafío para el activismo climático, basado hasta entonces en manifestaciones de masas. Como movimiento que se reclama obediente a la ciencia, cortó en seco las aglomeraciones de riesgo. “Nos tomamos la epidemia muy en serio, y ahora buscamos cómo adaptar la movilización”, dijo la alemana Neubauer al anunciar la próxima huelga global por el clima, que será el 25 de septiembre, en formato online o con pequeñas manifestaciones en la calle, muy controladas y espaciadas, en función de la situación sanitaria en cada país. Luisa Neubauer (Hamburgo, 1996) creció en una familia de mujeres fuertes y comprometidas, como ella misma ha explicado varias veces. Su abuela participó en la fundación de grupos pacifistas y medioambientales, y la llevaba de niña a sus actos.
“La pandemia del coronavirus ofrece una enorme oportunidad de cambiar las cosas”, apuntó esperanzada la belga Adélaïde Charlier, que está terminando la educación secundaria en un instituto de Namur. Como analogía, su compatriota Anuna De Wever argumentó que “la Covid-19 ha demostrado que, si quieren, los políticos toman medidas radicales ante una situación muy grave, y que la gente acepta hacer cambios drásticos de comportamiento; con el clima debería ser lo mismo”. De Wever (Mortsel, 2001) está ahora trabajando como becaria del grupo europeo de los verdes en el Europarlamento.
Angela Merkel –que dejará el poder en otoño del 2021– y las cuatro activistas “convinieron que el calentamiento climático es un desafío mundial y que los países industrializados tienen una responsabilidad particular en la lucha contra este fenómeno”, dijo tras el encuentro el portavoz del Gobierno alemán, Steffen Seibert.
En la rueda de prensa de las aludidas, Luisa Neubauer dijo que Merkel, “como física comprende la ciencia, y como gobernante comprende la complejidad política”; y aseguró que la canciller en la entrevista “al menos ha confirmado su disposición a hacer algo en materia de clima en este semestre de presidencia alemana de la UE”.
“La Covid-19 demuestra que, si quieren, los políticos toman medidas radicales”, dicen como analogía