Montilivi decidirá quién sube
El Girona saca un pobre botín del campo del Elche con el césped en muy mal estado
El Girona no pudo pasar del empate a cero en el estropeado césped del Martínez Valero de Elx y el domingo se jugará el ascenso a Primera División en el partido de vuelta en Montilivi. El mal estado del terreno de juego neutralizó y deslució el juego del Girona que a duras penas tuvo ocasiones para coger ventaja en la eliminatoria a pesar de su teórica superioridad.
Una etiqueta de favorito que, eso sí, nadie quiso asumir en la previa, empezando por el mismo Francisco, que solo habría aceptado esta atribución a principios de temporada, cuando el Girona parecía obligado a recuperar la categoría perdida, casi sin despeinarse. Ayer, en Elx, contra un rival que se clasificó in extremis para este playoff gracias a la derrota del Fuenlabrada contra el Deportivo en el último partido de la fase regular, los gerundenses intentaron poner pie y medio a la máxima categoría casi con los mismos hombres que Francisco ha ido utilizando desde que llegó a Montilivi. Solo un único cambio obligado por la lesión de Mojica en el último partido que permitió a Maffeo devolver al once, en el carril izquierdo. Jairo también tuvo continuidad en el titular después de que Aday, todavía no del todo recuperado, quedara descartado.
Pacheta, en cambio, decidió recuperar el esquema de tres centrales que últimamente parecía enterrado y que les dio la victoria en el último precedente entre los dos. Aquel día el portero catalán del Elche, Edgar Badia, fue uno de los grandes protagonistas del partido y ayer, en cambio, no tuvo trabajo hasta justo antes del descanso porque hasta este momento ni unos ni otros habían pisado el área rival.
El dominio en los primeros minutos fue más local que visitante y Dani Escriche y Nino hicieron trabajar de lo lindo la pareja de centrales Juanpe e Ignasi Miquel. Prácticamente ni rastro de los habilidosos Samu Sáiz o Borja García a quienes les costó mucho más entrar en el partido de lo que lo habían hecho en la semifinal contra el Almería.
De todos modos, con el paso de los minutos, el Girona se apoderó del control del partido y a pesar de no disfrutar de ocasiones claras de gol llegó al descanso transmitiendo mejores sensaciones y acercándose con más peligro sobre las inmediaciones de Edgar Badia.
Después de una primera parte muy trabada y de fútbol poco vistoso, el Girona volvió de vestuarios dando un paso adelante y sometiendo al Elche en campo propio. Ignasi Miquel tuvo el 0-1 en un doble remate de cabeza que no fue muy bien dirigido. Y minutos más tarde Samu Sáiz lo buscó desde la frontal con un chut que contra el Almería acabó en gol.
Fue entonces cuando Francisco decidió mover el banquillo y dio entrada a Valery. El de l’escala entró por Jairo pero ocupó la banda derecha, trasladando Samu Sáiz a la izquierda para buscar el desequilibrio por la zona del terreno de juego donde el estado del césped era menos malo.
Stuani, muy bien rodeado por la defensa local, no tuvo opciones hasta el último cuarto de hora cuando, demasiado forzado, pudo conectar un solo remate de cabeza que salió por encima del travesaño. Esta vez el pichichi de Segunda acabó sin ver portería y medio fuera del partido por las muchas faltas que le pitó Arcediano Monescillo que, por cierto, no amonestó ningún jugador del Elche a pesar de haberles pitado más de 20 faltas.
Montilivi, con un césped en muchas mejores condiciones, dictará sentencia sobre el último equipo que sube a Primera.
MEJORES OCASIONES
El Girona disfrutó de pocas pero mejores ocasiones de gol que el Elche, por parte de Ignasi Miquel y Sáiz