El BCE y la Reserva Federal abonan las dudas sobre la recuperación
El Ibex pierde la cota de los 7.000 puntos tras anotarse una caída del 1,42%
Todavía no se conocían las preocupantes cifras de rebrotes que la pandemia está mostrando estos días. Los países europeos tampoco habían retomado las medidas de precaución como cuarentenas y test obligatorios para controlar a los turistas internacionales, pero ya en el mes de julio los principales banqueros centrales a uno y otro lado del Atlántico intuían que la recuperación económica no iba del todo bien.
Lo supimos ayer cuando se publicaron las actas de la reunión del Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo (BCE) y del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC) de la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos. Los primeros indicadores económicos conocidos tras el final del confinamiento habían propiciado, según explica la agencia Bloomberg, que algunos funcionarios dudaran de la necesidad de que el BCE descargara toda la artillería, 1,35 millones de euros, del programa de compra de deuda con el que busca estimular la recuperación económica. Pero los miembros del Consejo de Gobierno del BCE optaron por la cautela. Según las actas de la reunión de junio, el economista jefe, Philip Lane, dijo a los asistentes que la amplitud y la escala de la recuperación seguían siendo “desiguales y parciales” y por ello emplazó a sus colegas a un análisis más detallado en la próxima reunión de septiembre para tener una visión más clara “sobre las perspectivas de inflación a medio plazo y las perspectivas de actividad económica”. El organismo presidido por Christine Largade también ponía en cuarentena la euforia bursátil frente a la dudosa recuperación de la economía real.
Fue la misma cautela por la que optaron sus colegas estadounidenses, los miembros del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC) de la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos en su reunión del 28 y 29 julio. En ella reflejaron su preocupación por la evolución de la economía y plantearon la necesidad de que sea necesario mantener las medidas de estímulo durante un período de tiempo mucho más largo de lo esperado. La evolución del empleo y los datos contradictorios que mostraba el gasto en consumo personal frente a las previsiones de actividad de las pequeñas empresas fueron los indicadores que más dudas generaron a los miembros de la Fed, que incluso pusieron en cuarentena el optimismo reflejado en anteriores reuniones. A pesar de ello, decidieron no tocar los tipos de interés por la falta de garantías sobre la efectividad de la medida y ligaron sus próximas decisiones a la evolución de la pandemia.
Ese retraso de nuevos estímulos unido al pesimismo de los banqueros, las cifras de contagiados por Covid-19 en subida libre a lo largo de todo el planeta y las bolsas en máximos históricos sirvieron ayer para formar una tormenta perfecta en los mercados. Las órdenes de venta corrieron de uno a otro lado del planeta desde primeras horas. En Asia, el mayor desplome lo sufrieron las bolsas de Taiwán y Corea del Sur, con desplomes superiores al 3%. En Tokio, el Nikkei frenó las pérdidas en un 1%. Suficiente para marcar la pauta bajista en Europa, donde las caídas se agudizaron a media sesión, cuando se conocieron unos inesperados malos datos de empleo de EE.UU. Se confirmaban las dudas sobre el mercado laboral de la Fed al conocerse que las peticiones de subsidios de desempleo de los estadounidenses durante la semana del 15 de agosto superaron el millón y alcanzaron los 1,11 millones, cuando el consenso del mercado esperaba que cayeran hasta las 923.000.
Ante esta situación, el Ibex 35 cerró la sesión con una caída del 1,42%, lo que le llevó a perder la cota psicológica de los 7.000 puntos, hasta los 6.993 puntos. Solo la bolsa británica y la italiana lo hicieron peor, con caídas del 1,44% en el MID italiano y del 1,61% en el FTSE 100 británico. “El efecto de las actas de la Fed no solo se ha traducido en un una caída de las bolsas, sino que ha provocado un movimiento de los inversores desde los bonos estadounidenses hacia el dólar, que ha provocado, a su vez, un movimiento a la baja de las materias primas, especialmente en los metales preciosos y de uso industrial”, explicó Aitor Méndez, analista de IG Markets.
DUDAS
El Banco Central Europeo hablaba en julio de reactivación “desigual y parcial”
MAL DATO EN EE.UU.
Las peticiones de subsidios de paro superan el millón en la última semana