El Bayern conquista su sexta Champions
Los bávaros conquistan Europa ante un PSG en el que no brillan sus estrellas
El Bayern ha vuelto. El gigante bávaro recuperó el trono del fútbol europeo y arruinó el sueño del PSG en una final marcada por los nervios e imprecisiones en el primer tiempo y mejor jugada por los alemanes en el segundo, donde prevaleció su juego colectivo. El campeón alemán no fue la apisonadora de otros días pero se lleva el triplete. El PSG tuvo ocasiones de sobra para ganar pero le perdieron sus errores en el remate, un pecado mortal en citas de este voltaje. Neuer neutralizó al mejor Neymar y Mbappé no estuvo a la altura de su fama. Ninguna de las estrellas del PSG dejó su sello. El Bayern siempre vuelve.
Los dos entrenadores se reservaban una sorpresa. En el Bayern Perisic guardó banquillo en beneficio de Coman. Fue una jugada maestra porque el francés, formado en las filas del PSG, desequilibró la final. El fútbol tiene estos guiños. El PSG tenía en su cantera lo que había ido a encontrar fuera a golpe de talonario. Coman se hizo dueño del partido en el segundo tiempo, en el que durante el primer cuarto fue un puñal por su banda. Marcó el 1-0 y provocó otras dos ocasiones. Para sorpresa de todos, Hansi Flick le sustituyó cuando estaba en plena excitación, constituido en la mayor pesadilla de los franceses.
En el PSG la sorpresa de Tuchel fue poner en ación a Keylor Navas a la búsqueda de su cuarta Champions. El costarricense salía de una lesión muscular y pocos confiaban en que se recuperase a tiempo.
El Bayern fue el Bayern de toda la vida. Con sus muchas virtudes y sus pocos defectos. No sabe jugar de otra manera. Desde el silbido inicial buscó la portería contraria con mucha gente. Ataca por oleadas. Cuando no sabe qué hacer, mete un centro a la olla desde un costado. Thiago marcó el tempo del juego. El Bayern no suele bajar el pistón porque se despliega siempre con una energía que parece inagotable.
El PSG pareció entender la superioridad física de los bávaros y le planteó la batalla a su modo. Tuchel ordenó una presión solo hasta el medio campo y dejó avanzar al cuadro alemán para pillarle a la contra con la velocidad de Di María y la habilidad de Neymar y Mbappé.
Tras un primer cuarto de hora donde apenas pasó nada, el plan de juego de Tuchel pareció funcionar. El Bayern tenía más el balón pero el PSG empezó a encadenar ocasiones al contragolpe. Mbappé marró la primera y a los 18 minutos Neymar tuvo el gol en sus botas. Mpabbé le filtró un pase maravilloso y dejó al brasileño ante Neuer, que por dos veces, primero con la mano y luego con el pie, evitó el gol.
Como el fútbol no espera a nadie tres minutos después tuvo su ocasión Lewandowski, que interviene poco en el juego, pero se las ingenia como nadie para sacarse de la manga remates venenosos en un visto y no visto. El polaco apareció como de la nada en el área de Navas y soltó un remate que superó al portero pero se estrelló en el poste cuando ya los bávaros cantaban el gol.
LA CLAVE
El juego colectivo de los alemanes superó a un PSG que pagó muy caro el poco acierto ante Neuer
LA PARADOJA
Neymar se va de esta Champions con la sensación de haber sido el mejor y no haber podido marcar
Ya no hubo muchas más ocasiones claras en el resto del primer tiempo, en el que se lesionó Boateng y entró Süle. Ander Herrera tuvo una y no le pegó bien al balón como Lewandowski no acertó a cabecear fuerte. La más clara la tuvo Mbappé en el minuto 45 tras un error del Bayern en la salida del balón. Mbappé chutó blandito y todo quedó en un susto para Neuer.
La segunda parte empezó con un par de entradas muy duras para Neymar, un aviso para navegantes. El ritmo parecía más bajo pero en esas el Bayern encontró su gol a los 59 minutos, en un centro de Kimmich y un cabezazo de Coman que le ganó la espalda a Kehrer. Coman no es precisamente un cabeceador. El gol aturdió al PSG. El Bayern pudo matarle en los cinco minutos siguientes, pero falló un par de ocasiones. Reaccionó Tuchel dando entrada a Verratti para comandar las operaciones. Flick respondió con Perisic y Coutinho por Gnabry y ¡Coman!
La última media hora fue del PSG, pero ni Neymar ni Mbappé estaban finos. Marquinhos tuvo la mejor ocasión pero al Bayern le salvó el pie de Neuer. Tuvo el empate Choupo-moting en el añadido pero los milagros son milagros porque pasan muy poco. El Bayern, tan alemán, ya tiene su sexta orejona.