“En ‘Succession’ todos tienen un plan”
Resulta un poco intimidante tener enfrente a este actor escocés de larga trayectoria, por más amigable que se muestre, porque la entrevista tiene lugar en una pausa de la grabación de la tercera temporada de Succession en una lujosa hacienda de Connecticut y Brian Cox está caracterizado como Logan Roy, el magnate de la ficción inspirado en Rupert Murdoch que nunca acepta un no como respuesta y es capaz de hacer transpirar hasta a sus propios hijos. El papel que le ha dejado el Globo de Oro al mejor actor dramático de televisión a principios de este año es sin duda un broche de oro a una carrera que comenzó a mediados de la década de los sesenta en la BBC y que incluye una memorable interpretación del Rey Lear para la Royal Shakespeare Company y el primer Hannibal Lecter, antes de que tomara la posta Anthony Hopkins.
¿Se le parece a Logan?
No sé si somos similares. Diría que probablemente no, pero me gustaría ser como él. Ser su alter ego es una experiencia muy interesante.
¿Cuál es la persona que ha conocido que más se parece a Logan?
Muchos de los personajes que he interpretado en el teatro, como el rey Lear, o Churchill, tienen rasgos similares. Es gente que opera de una manera muy particular, y que a mí me resulta fascinante porque no tiene nada que ver conmigo. No se cómo alguien querría llevar una vida así. Pero es cierto, esa gente existe, es algo que lamentablemente nos afecta cotidianamente por que lo hemos visto en las noticias. Lo hemos visto en Murdoch, en el escándalo que terminó con News of the World porque pinchaban los teléfonos, y esos son límites que no se deberían cruzar. Esta es gente que está en una posición en la que cruzan los límites todo el tiempo y eso es parte del juego. Logan lo ha dicho. Ha dicho que todo es un juego y que sus hijos se lo toman demasiado en serio. Ellos no lo ven como un juego, en donde siempre hay una salida. Si juegas como si se te fuera la vida en ello, vas a terminar enloqueciendo...
¿Le parece que lo que empuja a Logan es el miedo?
No, en lo más mínimo. Simplemente
tiene pasión por lo que hace. Es alguien que se puso ciertas metas siendo muy joven. Por circunstancias que aún no han sido reveladas en la serie, él ha decidido hacer ciertas cosas y seguir con eso hasta el final. De la misma manera que si subes una montaña o haces algo peligroso, tu corazón empieza a palpitar más rápidamente, cada vez que Logan se arriesga le pasa algo similar, y es una sensación que disfruta. Es un hombre que no podría vivir de otra manera. En su caso, el miedo es algo que tiene que superar todo el tiempo. A los 80 años, sigue haciendo lo mismo, forzando los límites cada vez que puede, solo para ver cuán lejos puede llegar. Y eso que ha sobrevivido un infarto. Quién sabe si va a sobrevivir a un segundo.
¿Cómo explica su relación con Marcia, su esposa?
Creo que ha encontrado en ella a alguien que le da paz, algo que nunca ha tenido antes en su vida. A él le encanta su calma. Pero ella le ama. Él no siempre puede honrar ese amor por sus propias ambiciones, pero le encanta lo bien plantada que ella está. Ha encontrado en ella a una socia. De todos modos, Marcia tiene un plan. Logan también. En Succession todos tienen un plan, y lo siguen metódicamente.
¿Y con sus hijos?
Le preocupan todos. Logan es más allá de todo, un padre. Aunque no lo creas, les ama. Esa es la realidad. No les trata particularmente bien, pero les ama. Son su futuro. Teme por ellos, pero no les teme. No sabe cómo van a hacer para lidiar con los fracasos. Es que ellos no tienen el mismo mecanismo de sobreviviente que tiene él y eso le inquieta. Es muy consciente que ellos han nacido en una cuna de oro. Él no, ha tenido un origen muy humilde y esa es una diferencia fundamental.
¿Cómo justifica la manera de actuar de los integrantes de la familia Roy?
Me parece que no les interesa justificar nada. En la serie simplemente reflejamos el comportamiento de un sector de la sociedad. Todos los integrantes de esta familia son extremadamente egoístas. Pero a la vez tienen una especie de ética que nunca se menciona pero en donde todo vale porque Dios ha muerto. Cada uno de ellos siente que se merece lo que tiene. En el caso del padre, es ligeramente diferente porque es un autodidacta que ha llegado muy lejos. Eso es lo que le distancia de sus hijos, porque se han convertido en algo que él no imaginaba. Y eso es algo que Jesse refleja brillantemente en la construcción de la serie.
¿Cuánto sabía sobre los multimillonarios antes de hacer la serie?
No mucho. Yo vengo de un mundo totalmente diferente. Mi padre tenía un pequeño negocio y le fiaba a todo el mundo. Falleció cuando yo era pequeño, pero después de su muerte nadie pagó lo que le debían. Terminamos viviendo con muy poco dinero, y yo crecí literalmente en la pobreza. Por eso siempre me han fascinado los multimillonarios. Me fascina la naturaleza del capitalismo y hacia donde te lleva. A mí siempre me impactó mucho la historia de Andrew Carnegie, por ejemplo, que era escocés, famoso y un hombre que llegó muy lejos, pero era muy humilde y estaba obsesionado con repartir
“Tras la muerte de mi padre yo crecí literalmente en la pobreza”
su riqueza. Sin embargo, terminó cayendo en su propia trampa, porque puso en marcha una serie de eventos que luego no pudo parar. Él intentó detener la Primera Guerra Mundial, se convirtió en su obsesión, pero no lo pudo lograr. Tuvo una vida que no imaginaba para sí mismo. La planificó de cierta manera pero el capitalismo te lleva por un camino en el que no tienes el control. Algo así es lo que pasa con Logan. No hay nada que pueda hacer al respecto. Está en un lugar del que no puede regresar y tiene que seguir hacia delante. Carnegie es un buen ejemplo de eso porque es un individuo trágico que cometió todos estos errores y luego quiso regalar todos sus bienes. La ironía era que estaban haciendo una huelga de hambre contra él en Pittsburgh mientras él estaba en Escocia donando bibliotecas. Y eso es algo que no se puede hacer si no se gana dinero. Eso es lo que propicia el capitalismo y es el tipo de dilema que nuestra serie plantea todo el tiempo.