Oliveira, primer portugués que gana en Motogp
Oliveira birla el triunfo a Espargaró en otra carrera con susto al tirarse Viñales a 220 km/h
Prosigue la anarquía en Motogp en ausencia del campeón. Como apuntaba Marc Márquez desde Cervera, “parece que nadie quiera ganar y coger esa ventaja en el campeonato”. Sin él, ninguno de los favoritos toma el mando. Y ante ese vacío de poder, los secundarios habituales se hacen los amos. Como hizo ayer Miguel Oliveira, del equipo satélite KTM Tech3, 17.º piloto del 2019, que se alzó con la victoria en el Red Bull Ring al aprovecharse de la pelea entre Pol Espargaró y Jack Miller en la última curva.
Se quedó sin su día gloria el pequeño de los Espargaró (KTM), como también Joan Mir (Suzuki), privado de la victoria por culpa de una bandera roja que visitó por segundo fin de semana seguido el circuito de Spielberg en la cilindrada reina. En
GANADOR SORPRESA Oliveira se aprovechó de la pelea de Pol Espargaró y Miller, que se fueron largo en la última curva
INDEMNE
A Viñales se le rompió el freno y se tiró de la moto a 220 km/h; “miedo, nada; mucha rabia”, dice ‘Mack’
esta ocasión, la interrupción se debió a un accidente de Maverick Viñales, que se tuvo que tirar de su Yamaha a 220 km/h al quedarse sin frenos. La M1 se estrelló contra el muro y se incendió. “Se me ha roto el freno. No te puedes quedar en la moto cuando sucede algo así. Miedo, nada. Mucha rabia: llevamos tres carreras tiradas”, narraba el piloto de Roses, que salió indemne. Como hace una semana cuando le cruzó la moto volando de Zarco.
Hasta el momento de la bandera roja, Joan Mir, otro secundario habitual que busca su lugar entre los grandes, iba lanzado a por su primera victoria. Con desparpajo y solidez, el balear acumulaba 2,3 segundos de ventaja sobre Miller y Nakagami, a falta de 12 vueltas. Pero el mallorquín se quedó sin premio. Como Pol Espargaró –acabó 3.º–, por tercer GP seguido.
El protagonista del día en el Red Bull Ring acabó siendo inesperadamente Oliveira: por su primer triunfo en Motogp, por convertirse en el primer portugués que gana en la clase reina y por ser el primero que vence a las Ducati en su jardín austriaco, y encima en la casa de KTM. Pero sobre todo fue sorprendente su triunfo porque nadie habría apostado que el tercero en discordia de una pugna cruda y tensa entre Espargaró y Miller se llevaría el premio gordo.
El australiano y el catalán habían sido los mejores en la reanudación de la carrera al sprint, a 12 vueltas. Los dos, con Oliveira detrás, se habían separado de Dovizioso y de Mir en los tres último giros. Pol tiraba con fuerza, lideraba desde hacía cinco vueltas, pero en la última, al llegar a la frenada fuerte de la curva 4, Miller atacó y le arrebató el primer puesto. Se mantuvieron carenado con carenado para jugarse el triunfo en el último ángulo. Pero entonces los dos entraron forzados y se fueron largo en la última curva. Por detrás apareció Oliveira, que se aprovechó del error de sus rivales para imponerse con un doble adelantamiento. Es el tercer piloto que se estrena este año en la victoria.
“He tenido mucha suerte”, admitía Oliveira, de 25 años, en su segundo curso en Motogp. “Me he aprovechado de la batalla de delante. Conociendo a Jack y a Pol, sabía que se iban a molestar. No los habría podido adelantar en condiciones normales y me he beneficiado de su lucha jugándomela de manera inteligente”, comentaba el de Tech3.
A Pol se le quedaba una cara parecida a la de Mir, que había dominado en la primera carrera hasta la bandera roja. “Cualquiera podía ganar en este tipo de carreras. Miguel se ha beneficiado de habernos ido largo. No ha sido mi carrera. Era la de Mir, una lástima para él, porque había sido el más rápido”, reconocía Pol el mérito del de Suzuki.
Tampoco fue el día de Quartararo, 13.º, con problemas de frenos y de falta de velocidad. Aun así, sigue líder, pero ahora con solo 3 puntos sobre Dovizioso, 5.º, sin podio por primera vez en Spielberg.