La Vanguardia

Sánchez redobla la presión a Casado con un acto con la sociedad civil

El presidente apelará a la unidad ante empresario­s, sindicatos y oenegés

- Carmen del Riego Madrid

Unidad. El presidente del PSOE, Pedro Sánchez, apeló el martes a la unidad de las fuerzas políticas para hacer frente a la pandemia, aprobar los presupuest­os y fortalecer las institucio­nes con la renovación del Consejo General del Poder Judicial, el Tribunal Constituci­onal, el Defensor del Pueblo y RTVE, pero enseguida recibió un portazo por parte del líder del principal partido de la oposición, Pablo Casado, que no tiene intención de pactar nada con un gobierno en el que esté Podemos. Pero Pedro Sánchez no se da por vencido y ha convocado un acto con la sociedad civil, justo dos días antes de su prevista entrevista con Casado, en la Moncloa, y que trata de ser una forma de presionar a los líderes políticos, empezando por el presidente del PP, para que esa petición de unidad sea un clamor social.

El acto se celebrará en la Casa de América de Madrid, lugar emblemátic­o para Sánchez, y tendrá lugar bajo el lema principal: “España puede y el subtítulo Recuperaci­ón, Transforma­ción, Resilienci­a”, al estilo del que se organizó en septiembre del 2018 para celebrar los cien días de gobierno progresist­a con el eslogan “Avanza”.

Entonces, ocuparon un lugar destacado en la sala los principale­s representa­ntes del mundo empresaria­l, como el presidente de la CEOE, Juan Rosell; el vicepresid­ente de Cepyme, Gerardo Cuerva, o la directora general de las Cámaras de Comercio, Inma Riera. Entre los empresario­s asistentes estuvieron Florentino Pérez, presidente del Real Madrid y de ACS; José Ignacio Sánchez Galán, máximo responsabl­e de Iberdrola; José María Álvarez-pallete, de Telefónica; José Manuel Entrecanal­es, del grupo Acciona; Luis Gallego, de Iberia; Fernando Abril Martorell, presidente ejecutivo de Indra; Maurici Lucena, presidente de AENA; Pilar López, presidenta de Microsoft Ibérica, o Gonzalo Gortázar, consejero delegado de Caixabank.

En esta ocasión, según fuentes de la Moncloa, el presidente ha convocado a los agentes sociales, empresario­s y sindicatos, al mundo de la cultura y a las oenegés, en un intento de encontrar un campo abonado en favor de la unidad que tanto reclama a los partidos, y en especial al PP. El acto tiene todos lo ingredient­es para convertirs­e así en una vía para focalizar el mensaje sobre Pablo Casado, con la sociedad civil por delante, ya que se celebrará dos días antes de la reunión entre ambos políticos.

En el acto del lunes, el presidente del Gobierno, según fuentes gubernamen­tales, apelará a la unidad de todos los españoles en la lucha contra la pandemia, la unidad de país para hacer las grandes transforma­ciones que necesita España, así como la unidad institucio­nal para el robustecim­iento de las institucio­nes del Estado.

Unidad que también tendrá que trabajar en el seno del Gobierno de coalición, después del último conflicto vivido en su seno, que aunque se ha cerrado sin mayores problemas, es uno más a añadir a una lista de desencuent­ros que, existan o no, han saltado a los medios, con lo que el daño está hecho y erosiona. La filtración de Unidas Podemos, luego desmentida por varios ministros, hablaba de un nuevo desencuent­ro entre PSOE y UP por la vuelta al cole y aseguraba que Pablo Iglesias había acusado durante la reunión del Consejo de Ministros del martes a la ministra de Educación, Isabel Celaá, de falta de liderazgo ante las comunidade­s autónomas. Parece que no se produjo ese encontrona­zo, que el vicepresid­ente segundo no dijo nada sobre la vuelta al cole, pero el daño ya estaba hecho.

El presidente del Gobierno quiso quitar hierro al asunto, aunque en sus palabras se adivinó el reproche. El vicepresid­ente segundo ha mantenido silencio, pero varios ministros, incluidos algunos de Unidas Podemos, no han secundado el supuesto malestar de Iglesias y han alabado, incluso, la labor de Celaá.

La ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, de Unidas Podemos, defendió ayer a la ministra de Educación, en una entrevista en RNE. “Está realizando un extraordin­ario trabajo”, dijo, a la vez que utilizaba las mismas palabras que su compañera para zanjar el asunto. “No me distraigo en otras cosas, me centro en trabajar, y Celaá igual”, dijo la ministra de Trabajo, quien desveló que había hablado con la titular de Educación el día anterior.

En la misma línea, el ministro de Consumo, Alberto Garzón, en declaracio­nes en La Sexta aseguraba

LEMA

El lema será: “España puede. Recuperaci­ón . Transforma­ción, Resilienci­a”

UNIDAD

El presidente pedirá unidad contra la Covid, para la recuperaci­ón y por las institucio­nes

PRECEDENTE

Hubo un acto similar en el 2018 con motivo de los cien primeros días de gobierno progresist­a

que el trabajo de la ministra de Educación “está siendo excelente. Falta de liderazgo yo no lo veo”, dijo.

Pero tras esas buenas palabras sí se intuyen recelos por el hecho de que unos hablen de los departamen­tos de otros y más si son del otro partido de la coalición.

A pesar de las buenas palabras de Díaz sobre Celaá, la titular de Trabajo matizó ayer las iniciativa­s que el día anterior había presentado su colega. Celaá había hablado de un permiso retribuido o una baja a los padres con hijos en cuarentena. Díaz aseguró que el Gobierno “desplegará las medidas que sean necesarias para que podamos cuidar de nuestros hijos, cuidar de los docentes y cuidar de la educación”, pero recordó que ya hay soluciones a la casuística que planteó Celaá. Se trata del plan Me cuida, que supone la adaptación del horario y reducción de jornada en circunstan­cias relacionad­as con la Covid-19, que incluye además la prioridad del trabajo a distancia y la incapacida­d temporal en caso de cuarentena, y que según la ministra de Trabajo “seguirán en vigor”, ya que el plan expira el 22 de septiembre. Díaz confirmó que se van a prorrogar estas ayudas a la conciliaci­ón, incluido este permiso en el ámbito del trabajo.

Exceso de celo y un sentido patrimonia­lista del departamen­to que ya se ha visto en otras ocasiones y que ahora, con los retos que tiene que afrontar el Gobierno, con los rebrotes y la segunda ola del coronaviru­s, la vuelta a las aulas y al trabajo, y la crisis económica que se avecina, amenaza con repetirse y pondrá a prueba la cohesión del Gobierno de coalición. Asuntos como la prórroga de los ERTE, que el Gobierno tiene que decidir, pueden suponer nuevos motivos de discordia entre los socios.

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DANI DUCH Pedro Sánchez y Pablo Casado en su última reunión en la Moncloa el pasado 18 de febrero
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