La Generalitat no descarta ni el estado de alarma ni los rastreadores militares
Torra pide liderazgo a sus consellers en la lucha contra la crisis del coronavirus
El Govern recela, en principio, de los últimos ofrecimientos realizados por el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, a las autonomías en relación con el estado de alarma y a los rastreadores militares. Pero a pesar de ello no descarta recurrir a alguna de las dos medidas o a las dos si las autoridades sanitarias lo requieren en función de la evolución de la pandemia de la Covid-19. “No nos temblará el pulso para pedirlo”, subrayó ayer en este sentido la consellera de Presidència, Meritxell Budó. Todo ello mientras el presidente de la Generalitat, Quim Torra, llama a sus consellers a exhibir liderazgo en todos los frentes de lucha contra la crisis derivada del coronavirus.
“Haremos todo lo que sea preciso y en cada momento para proteger la salud de la ciudadanía” y “si conviene, activaremos todo lo que sea necesario, pero en estos momentos no lo es”, remachó la portavoz del Govern en la rueda de prensa posterior a la primera reunión ordinaria del Consell Executiu después del periodo de vacaciones. El gabinete que preside Torra siempre ha defendido, desde el inicio de la crisis del coronavirus, que era posible combatir sus efectos con la legislación ordinaria en materia de sanidad y salud pública, sin necesidad de tener que recurrir a la declaración del estado de alarma. Y por esta razón ahora no se plantea invocarlo de entrada, aunque la novedad es que deja la puerta abierta a hacerlo si las circunstancias lo aconsejan.
La gestión de la pandemia “nos ha enseñado a no hablar categóricamente de algo sí o no”, reconoció Budó, de manera que, “aunque en estos momentos no es necesario, puede llegar un momento en que lo sea”. Un argumento que utilizó para valorar tanto la posibilidad de que los presidentes autonómicos soliciten la aplicación del estado de alarma en la totalidad o en parte de sus respectivos territorios como la alternativa de que 2.000 rastreadores de las fuerzas armadas sean cedidos a las autonomías que lo demanden. “El Departament de Salut ya dispone de un servicio propio de rastreadores, que además ha multiplicado sus efectivos”, precisó la portavoz del Govern, que en todo caso evitó entrar en la polémica de por qué el contrato adjudicado directamente a una filial de Ferrovial para el rastreo de los contactos de los contagiados de la Covid-19 en Catalunya se mantiene a pesar del anuncio de la conselleria que dirige Alba Vergés de que lo suspendería.
Y, más allá de las controversias, el
El Ejecutivo catalán quiere conocer la “letra pequeña” de las ofertas de Sánchez antes de tener que usarlas
Govern quiere conocer también la “letra pequeña” de las ofertas de Sánchez antes de, llegado el caso, tener que aceptarlas. En este sentido, el equipo de Torra es consciente, por ejemplo, de que poner la gestión del estado de alarma en manos de los presidentes autonómicos es una manera de trasladar la responsabilidad que en los primeros compases de la crisis sanitaria había ejercido tan férreamente el Gobierno español a otras administraciones y de poner el foco político lejos de la Moncloa. Y también está interesado en conocer las condiciones de la cesión de los rastreadores militares, que no se han especificado.
El Govern, en fin, siempre ha querido liderar políticamente la lucha contra la pandemia del coronavirus, pero no a cualquier precio, y menos cuando todavía no ha podido calibrar el coste político de los ofrecimientos puestos encima de la mesa por Sánchez. De ahí el recelo con que los observa y la petición formulada en la reunión de ayer por el presidente de la Generalitat a todos los consellers para que tengan “máxima implicación” y “liderazgo absoluto” en la lucha contra la crisis en sus respectivos ámbitos en estas próximas semanas que se prevén complicadas y estén en contacto permanente con todos los sectores afectados. Una sutil manera de llamar al Govern a tomar la iniciativa y no dejar que sean otros los que lo hagan en su lugar.