La faceta social de Sofía de Suecia da el paso a la pequeña pantalla
La esposa del príncipe Carlos Felipe sigue los pasos de su cuñada Magdalena
Sofía de Suecia (35), esposa del príncipe Carlos Felipe (41), tiene un proyecto profesional en ciernes que la hace realmente feliz: protagonizar un documental de televisión para dar a conocer la labor de la oenegé Project Playground, que ella misma fundó hace diez años junto con su amiga Frida Vesterberg. Project Playground trabaja en proyectos educativos para 800 niños en los arrabales de Ciudad del Cabo (Sudáfrica) con el objetivo de “crear individuos autosuficientes que sean capaces de manejar sus propias vidas”, según sus estatutos. Toda esa labor al otro lado del mundo, con Sofía como protagonista, llegará a las pantallas suecas a partir del próximo 9 de septiembre a través de TV4 y TV4 Play. La esposa de Carlos Felipe también se avendrá a responder a algunas cuestiones más personales.
Algunos han querido ver en su cuñada Magdalena, hija menor de los reyes suecos, la inspiradora de esta aventura documental de Sofía. La princesa protagonizó en septiembre del 2019 un proyecto homólogo junto con su madre, la reina Silvia, para divulgar la labor de la fundación infantil Chilhood, creada por ella en 1999. Sin embargo, la princesa Sofía se ha embarcado en este proyecto de corazón, como prueba que se matriculó en un curso acelerado de ayudante de enfermería en el Sophiahemmet University College para poder prestar servicio hospitalario durante lo peor de la pandemia en su país: desde esterilizar material quirúrgico a limpiar las cocinas del hospital, pasando por desinfectar camas. Tanto la enriqueció personalmente la experiencia, que ha comunicado su intención de repetirla el mes próximo.
Tampoco es exacto que el documental sobre Project Playground sea el debut de Sofía en televisión.
Los suecos la conocieron antes de ser novia del príncipe Carlos Felipe y eso fue un obstáculo resultó casi insalvable ante los reyes. Y es que Sofía de Suecia ha superado un examen público y privado de años para recibir, por fin, su actual nombre: cuando comenzó a salir con el príncipe Carlos Felipe, único hijo varón del rey Carlos XIV Gustavo, no era solamente Sofía Hellqvist. Era un problema.
En julio del 2010 el príncipe anunció ante sus padres que estaba enamorado de una joven que había sido camarera, esteticién y concursante de realities. La noticia cayó como una bomba sobre palacio de Drottningholm. Y el variopinto currículo de la aspirante a princesa –aunque los suecos pasan por ser los europeos más modernos, la realeza se rige por sus propios códigos– no era el único inconveniente para los reyes, sino que Sofía era la sustituta de su querida Emma Pernald, pareja del príncipe durante diez años y amiga íntima de Magdalena. Antes de pisar palacio, Sofía tenía ya tres enemigos dentro.
Los suecos reconocieron enseguida su nombre cuando se filtró la noticia: en el 2004 Sofía Hellqvist había participado en el concurso de belleza de la revista masculina
Slitz –en internet seguirán circulando por toda la eternidad sus fotos en bikini y con una pitón como bufanda– y en el libidinoso reality Paradise hotel, donde llegó a besarse con la actriz porno Jenna Jameson. Sin embargo y pese a la oposición de todos –menos de su hermana Victoria, heredera que se enfrentó a parecidas críticas por elegir como marido a su entrenador personal–, Carlos Felipe y su novia se fueron a vivir juntos: Sofía no era un capricho del royal más atractivo de Europa.
La oficina del príncipe diseñó para ella un programa de pulimiento de imagen que la han convertido en la refinada dama que es hoy: su currículo fue afinado, la reputada experta en estilismo Camilla Astrand comenzó a trabajar en sus atuendos y maneras y se barajaron distintas iniciativas de caridad hasta dar con Playground Project.
Sofía ya tiene experiencia en televisión donde participó hace años en un ‘reality’