Un respeto para los superhéroes
Rey, Echegui y Efe protagonizan ‘Orígenes secretos’, homenaje de David Galán a sus ídolos
En cuestión de superhéroes, somos unos papanatas. Veneramos a Supermán, Spiderman o Iron Man, como a todos los mitos del moderno olimpo made in USA. Pero cuando llega el momento de crear a nuestros héroes propios, con más o menos superpoderes, enseguida los convertimos en tipos patosos, piltrafillas o incluso enfermos mentales. Esta contradicción tenía indignado desde hace largos años al confeso friki del cómic, guionista, y ahora director de cine David Galán Galindo. Para resarcirse y honrar a su ídolos, Galán primero hizo una novela y luego la convirtió en película. Es Orígenes secretos, protagonizada por Javier Rey, Brays Efe y Verónica Echegui. La cinta iba a proyectarse en las salas de cine pero la pandemia aconsejó estrenarla directamente en Netflix, que participó en su producción.
La historia es más un thriller que un relato convencional de superhéroes. Así, toda la parafernalia relacionada con estos personajes resulta digeribles para todos los públicos sin necesidad de que el espectador ame los mundillos de la Marvel, DC y aledaños.
El planteamiento no es demasiado complejo. Un asesino en serie está matando a personas sin conexión entre sí. El nexo se halla en la escenificación de los crímenes, que imita las primeras apariciones de los superhéroes más conocidos. Toda la enjundia reside en los personajes y sus interacciones. El principal, aun siendo una película más bien coral, es el recién llegado comisario David Valentín, para quien éste es su primer caso. David, encarnado por Javier Rey, toma el relevo de Cosme (Antonio Resines), cuyo hijo Jorge Elías es un fanático y estrafalario sabio del cómic y por tanto está llamado a echar un buen cable al comisario. Ambos forman un extraña pareja que habrá de trabajar bajo la supervisión de una jefa policial que en su tiempo libre participa en aquelarres de pirados del manga y de los disfraces de cosplay. Es Norma, a la que interpreta Verónica Echegui.
Los perfiles algo disfuncionales de Norma y Jorge chocan con la sensata forma de ser y actuar de David, quien viene a representar al espectador poco amigo de los mitos urbanos de nuestro tiempo.
“Mi personaje es gris y descreído. Él solo no llega a ningún lado, pero poco a poco se deja ayudar por gente que no tiene nada que ver con él”, describe Javier Rey al comisario. “Me gusta la doble vida de Norma. Juega a ser otros, y eso cuadra con su personalidad”, dice Echegui de la jefa de policía.
En cuanto al guion, mientras la actriz confiesa que tuvo que llegar hasta el final para averiguar quién era el malo –“y eso que suelo pillarlo rápido”–, Rey dice: “El texto me gustó al leerlo, pero no me creí que una película así pudiera llevarse a cabo. Porque aquí nunca se había hecho una de superhéroes sin recurrir a la caricatura”.
Y de esto se trataba. “Aquí tenemos a Superlópez, el Tío la Vara o El Vecino”, señala David Galán en alusión a los últimos y siempre antiheroicos superhéroes made in Spain. “Y aunque también tuvimos al Cid –precisa–, el héroe puro es una excepción en nuestra literatura y nunca existió en nuestro cine. Los ingleses tienen al rey Arturo, nosotros al Quijote. Aceptamos que a un tipo de Nueva York le pique una araña y se ponga a hacer el bien, pero ni de coña nos tragamos que eso pueda ocurrir con un paisano de Madrid”.
Y puesto que lo que sí nos creemos son las historias de suspense y de terror, la solución de Galán fue utilizar ambos géneros como medio para presentarnos a sus propios bienhechores superdotados. “Fue como construir un caballo de Troya en el que volcar mis filias y fobias de cómics y superhéroes”... pero sin cachondeo.
SUPERMAN, ‘MADE IN USA’ “Aceptamos que a un tipo de Nueva York le pique una araña y se ponga a hacer el bien”...
SUPERLÓPEZ, ‘MADE IN SPAIN’ ... “Pero cuando el superhéroe es nuestro, siempre lo creamos en clave de parodia”