Budó condiciona la mesa de diálogo a la autodeterminación y la amnistía
En la mayoría de las organizaciones, establecer el orden del día de una reunión es lo más fácil: la cúpula directiva decide qué asuntos quiere tratar y los participantes en todo caso pueden incluir otras consideraciones en los ruegos y preguntas. Pero en política, cuando la negociación se entabla entre dos partes enfrentadas, es mucho más difícil acotar los temas de la discusión y cada una trata de incluir los puntos que le conviene debatir para cerrar un acuerdo favorable a sus intereses.
Algo así está sucediendo con la nueva cita de la mesa de diálogo entre el Gobierno de España y la Generalitat de Catalunya.
Ayer por la mañana, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, expresó su disposición a reunir este mismo septiembre ese foro bilateral. “Cuando quiera el Govern”, ofreció, aun consciente de que el clima preelectoral en el que vive instalada Catalunya desde antes de la pandemia complica esos buenos propósitos.
Después del Consell Executiu, la portavoz del Govern y consellera de la Presidència, Meritxell Budó, se apresuró a responder al presidente español que la mesa de diálogo “no tiene sentido” si no es para hablar del derecho de autodeterminación y la amnistía de los líderes del procés encarcelados o fuera del país.
“Si no se habla de estos temas, ¿qué vamos a negociar?, ¿de qué vamos a hablar?”, cuestionó Budó, que se mostró partidaria de convocar antes, como ha defendido el president Torra, una reunión de partidos y entidades independentistas para fijar “un mínimo común denominador” con el que ir a la negociación “con las máximas garantías”.
Pero la portavoz del Gobierno, María Jesús Montero, descartó enseguida incluir la amnistía y la autodeterminación entre los temas de discusión. Esos asuntos “están fuera de la realidad”, dijo, y emplazó a ERC a convencer a
Quim Torra de que se siente a dialogar. “Le diría a ERC que si quiere que se reúna la mesa de diálogo, el primero con el que tiene que hablar es con Torra. Bueno, no sé si con Torra, con Puigdemont, con Artur Mas... Tendrá que explorar el terreno que representa Junts per Catalunya para ver si hay posibilidad de convocar la mesa de diálogo”, argumentó Montero.
En todo caso, el vicepresident, Pere Aragonès, que el domingo había hablado también de autodeterminación y amnistía en Altafulla, aseguró ayer que para ERC, la mesa de diálogo “nunca estará en vía muerta”. Aunque sigue sin fecha ni orden del día.