Roglic saca las garras en Orcières
Un ataque de 150 metros le basta al esloveno del Jumbo para imponerse en un final explosivo
Que no era una subida para grandes diferencias ya se sabía. Que los líderes del Tour la aprovecharían para marcar autoridad, podía suponerse. Y que a Primoz Roglic se le comían las ganas de demostrar su poderío era una intuición, vistos los movimientos del Jumbo en etapas precedentes. Todo ello se confirmó en la legendaria meta de Orcières Merlette, donde Roglic tuvo suficiente con un cambio de ritmo a 150 metros del final para llegar primero. Sin tomar renta, pero apoderándose del botín de los 10 segundos de bonificación que le permiten escalar en la tabla hasta la tercera plaza, a 7 segundos tan solo del líder, un Julian Alaphilippe que llegó a pensar que podía imponerse también en este final, pero que se ahogó con el ritmo del Jumbo. El francés del Deceuninck acabó entrando en la quinta plaza, por detrás de Roglic, Pogacar, Guillaume Martin y Nairo Quintana, el primero sin bonificaciones.
Fueron dieciséis los corredores que aguantaron el arreón final y no cedieron tiempo, empezando a perfilar así el grupo de los más fuertes de este Tour. Entre ellos estuvo Mikel Landa, transmitiendo muy buenas sensaciones que tendrá que confirmar en retos mayores. Por parte del Movistar el mejor en la meta fue Enric Mas, que solo cedió muy al final y perdió apenas nueve segundos.
Pero hay más detalles interesantes, como la presencia de hasta cinco colombianos (con Quintana ahí estuvieron también Bernal, Supermán López, Urán y Chaves). Sus capacidades escaladoras pueden ser influyentes en próximas etapas.
Por equipos, el Jumbo situó en la élite también a Dumoulin, y el Mitchelton colocó a Yates y Chaves mientras el Trek mantuvo a Porte y Mollema. En cambio Egan Bernal, que dio síntomas de nerviosismo en la subida final, acabó solo y no pudo replicar a Roglic en una ascensión que sin duda favorecía al esloveno. Carapaz no pudo acompañarle.
La escapada del día la formaron seis corredores, a los que el Deceuninck dejó hacer mientras no se acercaran a los cuatro minutos de renta porque entre los atacantes iba Vuillermoz, situado a 3m53s en la general.
Se pasearon por delante del pelotón durante todo el día, hasta que fueron cayendo como fruta madura en la parte final de la jornada. El último en rendirse fue el recalcitrante letón Neilands, que no se dio por vencido hasta el kilómetro -7.
El decorado cambió entonces y el Deceuninck pasó los mandos al Jumbo. Primero con Van Aert y luego con Kuss el equipo neerlandés impuso su tempo y al final el estadounidense puso a todos los favoritos en fila india, a la espera del remate de Roglic.
Lo intentó primero Guillaume
Martin, pero el esloveno quería dejar su sello y avisar al Tour de su potencial –que esto es también una batalla psicológica– y no dejó pasar la oportunidad. La de ayer es ya la tercera victoria de etapa de Roglic en el Tour de Francia tras las de Serre Chevalier en 2017 y Laruns en 2018. El año pasado no lo disputó.
Pogacar, al que también le van estos finales, y Martin, al que aún le quedaban fuerzas tras su intentona a medio kilómetro del final, ocuparon las otras posiciones de honor, las bonificadas.
“Nuestro objetivo está muy claro”, explicó Roglic, “y es el maillot amarillo en París, antes no cuenta. Eso es lo único que vale. Para ganar el Tour hay que estar atento todos los días, esquivar las caídas y mantener la concentración. Llevamos un año en el que nos hemos mostrado competitivos, ahora se trata de confirmarlo ante el Ineos y en el Tour. Pero queda mucho, son tres semanas y esperamos su reacción”, declaró valorando la capacidad latente de sus adversarios más directos.
En un día sin grandes derrotados, Alaphilippe también se mostró satisfecho, pero reconoció que le habría gustado ganar la etapa. “Mi objetivo era mantener el liderato y eso, que es lo importante, se ha conseguido. Al final ha hecho falta un esfuerzo máximo porque todos querían ganar y no ha sido nada fácil aguantar el ritmo del Jumbo”.
EL INEOS
Bernal, al que se vio nervioso, fue el único de su equipo que logró entrar en el grupo de cabeza
EL MOVISTAR
El mejor del bloque español fue Enric Mas, que cedió muy al final y apenas perdió nueve segundos