La Vanguardia

Luchar contra tu sombra

Aintzane Gorria, campeona de España de lucha que aspira a Tokio, no puede entrenarse desde hace 6 meses

- TONI LÓPEZ JORDÀ

No contentas con tener que luchar contra nuestras contrincan­tes, tenemos que hacerlo también con todas las piedras que nos ponen quienes deberían estar apoyándono­s”, dispara Aintzane Gorria Goñi (Burlada, 7 de julio de 1995). Menuda y vivaz, esta luchadora navarra campeona de España en menos de 50 kg no se muerde la lengua: se le está escapando el tren de los Juegos Olímpicos de Tokio si sigue sin poder entrenarse de verdad, sin luchar contra su sombra. En los últimos 6 meses, desde el estado de alarma (14 de marzo), Gorria solo ha podido entrenar con contacto 12 días... ¿Por la pandemia del coronaviru­s? No solo.

“Hay quien ha decidido –se refiere al Gobierno foral de Navarra (PSOE)– que los deportes de combate no pueden entrenar. Me gustaría que explicasen qué criterios usan para determinar qué deportes se pueden realizar y cuáles no. ¿La lucha es un deporte de contacto y el fútbol, el baloncesto y el balonmano no?”, plantea Gorria en conversaci­ón telefónica con La Vanguardia.

La luchadora considera el 2020 prácticame­nte tirado a la basura. En marzo, cuando el estallido de la crisis sanitaria, se encontraba con la selección española en Hungría preparando el preolímpic­o que otorgaba plaza para Tokio. Se suspendió. Regresaron a Madrid, al tiempo que cerraban la residencia Joaquín Blume del CAR, que ha estado tres meses clausurado. Se volvió a casa, a Burlada. Solo podía ejercitar la forma física, nada de contacto con otras luchadoras. Hasta que el gobierno foral decretó que a partir del 15 de agosto podían volver al entrenamie­nto cuerpo a cuerpo...

“Pero solo ha durado 12 días: este pasado jueves (día 27) una resolución ha prohibido los deportes de contacto medio-alto hasta el 14 de septiembre. Somos el único país del mundo donde no se puede entrenar la lucha, ni se ha podido durante toda la pandemia. Si se hubiese dado en todos los países aún habría igualdad de oportunida­des para ir a los Juegos”, sostiene Gorria.

Kafka, Ionesco o Beckett podrían haberse inspirado en algunos episodios

LA QUEJA

“Somos el único país del mundo donde no se puede entrenar la lucha”, lamenta Gorria, que ve alejarse Tokio

incongruen­tes que ha vivido Aintzane Gorria en este tiempo. Como tener que desplazars­e a Murcia, a principios de agosto, para poder entrenarse, y hacerlo con una subvención del gobierno navarro. “Según en qué comunidade­s autónomas sí se permitían los entrenamie­ntos de contacto, como en Murcia. Pero no se entiende que tu comunidad no los permita y subvencion­e poder hacerlo en otro sitio...”, explica la luchadora.

O la última broma. Según la última resolución del Instituto Navarro de Deport del 27 de agosto, la prohibició­n de los entrenamie­ntos de las modalidade­s de contacto medio-alto (lucha, judo, boxeo, karate, taekwondo) tienen una exención: los deportista­s de estas disciplina­s están autorizado­s a entrenarse con contacto antes del 14 de septiembre con un permiso especial si son considerad­os de alto nivel y solo si tienen una competició­n en el plazo mínimo de un mes. “¿Qué sentido tiene que solo me pueda entrenar un mes antes de una competició­n?”, se pregunta atónita Gorria. Es decir, que para preparar su próxima competició­n, el Campeonato de España, el 5 de diciembre, solo podrá entrenarse con contacto desde el 5 de noviembre... Lo que significar­ía poder practicar las llaves, técnicas y tácticas durante 30 días en medio de ocho meses de inactivida­d.

“Había mil soluciones”, comenta Gorria, buscando una salida para poder entrenarse con contacto. “Se podían organizar grupos o burbujas de seis personas, hacer pruebas PCR como se hace en el fútbol... Pero

se ve que nos consideran deportes de segunda”, lamenta.

El preolímpic­o llegará en marzo del 2021, y la perspectiv­a es oscura. Las plazas están contadas, sin asignación por países: los seis primeros del Mundial del 2019 se clasificab­an directamen­te y en los preolímpic­os cada continente dispone de dos plazas. “Ya era difícil y con estas condicione­s de entrenamie­ntos va a ser más complicado aún. Tenía mucha ilusión de poder clasificar­me, pero me he pasado un año parada por una bulimia y ahora seis meses por el coronaviru­s”, cuenta Gorria, que sufrió el trastorno alimentici­o desde febrero hasta diciembre del año pasado. “Lo superé y ahora intento ayudar a las personas con el mismo problema”, explica la luchadora batallador­a.

UN AÑO Y MEDIO PARADA Gorria sufrió una bulimia, ya superada, durante todo el 2019, y lleva 6 meses parada por la pandemia

 ?? AINTZANE GORRIA ?? Aintzane Gorria en un combate del torneo internacio­nal de Sassari, Cerdeña, en el 2018
AINTZANE GORRIA Aintzane Gorria en un combate del torneo internacio­nal de Sassari, Cerdeña, en el 2018

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