Un enfermo sin cura anuncia la emisión de su muerte y Facebook le bloquea
Alain Cocq apela al derecho de expresión para que se vea en directo cómo muere
El francés Alain Cocq, de 57 años y afectado por una enfermedad incurable, anunció en la madrugada de ayer que iba a dejar el tratamiento que le ayuda a vivir y que iba a comenzar a dejarse morir en directo, a través de Facebook, con el fin de reivindicar el derecho a una muerte digna. Horas después este activista a favor de la eutanasia y enfermo desde hace 34 años, denunciaba que la citada red social le había bloqueado la retransmisión donde millones de personas podrían verle morir.
En su página personal de Facebook el propio Cocq, que lleva dos años postrado en la cama, había alertado que, aunque el vídeo no iba a contener imágenes violentas, era mejor evitar que lo vieran menores de 16 años no acompañados.
“Facebook me ha bloqueado el streaming hasta el 8 de septiembre”, escribió ayer en la red social, donde instó a sus seguidores a quejarse ante el presidente francés, Emmanuel Macron, y ante otras autoridades francesas y europeas. Un portavoz de la empresa estadounidense aseguró a France Info que, aunque respetan su decisión de “querer llamar la atención sobre esa cuestión compleja”, la empresa ha tomado medidas para evitar la retransmisión porque sus reglas “no permiten representar tentativas de suicidio”.
Como en la inmensa mayoría de países del mundo la eutanasia y el suicidio asistido no son legales en Francia aunque sí está regulado, según la ley Claeys-leonetti, de 2016, en la que bajo ciertas condiciones, el médico no puede oponerse al deseo del paciente de ser sedado hasta la muerte en casos “de enfermedad grave y apremiante”. La eutanasia es legal en países como Holanda, Bélgica, Luxemburgo, Canadá y Colombia. Además el suicidio asistido es legal en Suiza, algunos estados de Australia y EE.UU.: California, Colorado, Oregon, Vermont, Maine, Nueva Jersey, Hawái, Washington y la capital, Washington DC.
Alain Cocq reivindica el derecho a la libertad de expresión y pide que la gente le ayude a que cese “de inmediato” que Facebook no le respete ese “derecho fundamental”. Anteanoche dejó de alimentarse y de hidratarse, así como de recibir tratamiento, para denunciar que la eutanasia no es legal en Francia y que se le había negado recibir un barbitúrico para acabar con su vida.
Cocq incluso intentó que Macron intercediera a su favor, pero este le contestó el pasado jueves que “su deseo de solicitar ayuda activa para morir no está permitido actualmente
Facebook defiende su decisión porque la red social “no permite emitir intentos de suicidio”
por las leyes” francesas.
El presidente de la Asociación por el Derecho a Morir Dignamente, Jean-luc Romero-michel, señaló que, aunque Cocq mantiene todas sus capacidades mentales, es totalmente dependiente en el plano físico y recibe la ayuda de cuatro personas para todas sus necesidades, incluida la higiene personal.
Aunque no hay cálculos oficiales ni oficiosos, la parlamentaria de La Francia Insumisa Caroline Fiat apuntó que en el país podía haber unas 4.000 muertes asistidas clandestinas al año. Cifra que, tras muchos cálculos, el diario Libération rebajó a una cifra que rondaba los 1.200 casos.