División ante la gestión de la Covid-19 por el Gobierno y la Generalitat
Solo la actuación de los municipios y del ministro Illa registran un aprobado claro
Igual que sucede en el conjunto de España, la gestión de la pandemia que realizan las distintas administraciones públicas provoca en Catalunya una enconada división de opiniones. Solo los ayuntamientos salen bien parados frente a la Covid-19, ya que casi un 55% de los ciudadanos aprueba su actuación, frente a menos de un 35% que la suspende. En cambio, la Generalitat,
y pese a cosechar más aprobados que suspensos, registra una correlación muy ajustada: un 49% de los consultados avala su actuación, frente a casi un 46% que la desaprueba. Finalmente, el Gobierno central exhibe un apretado empate entre partidarios de su gestión (el 46,6%) y detractores (47,3%).
Y lo mismo que en el conjunto de España, las filiaciones partidistas tienen su peso a la hora de hacer balance sobre la gestión de la Covid19,
aunque aquí quizás en menor medida. Es verdad que el 90% de los votantes del PP suspende tanto al Gobierno central como al Govern. Y también es cierto que el 80% de los electores de Jxcat avala la actuación del Ejecutivo catalán. Pero, al mismo tiempo, casi el 50% de los electores de Junts aprueba la gestión del Gabinete de Sánchez y un 44% de los votantes socialistas avala la actuación del Govern.
Las evaluaciones adquieren una dimensión distinta cuando se pone nombre y apellidos a los diversos responsables. Así, el titular de Sanidad, el socialista Salvador Illa, cosecha un aprobado claro (más del 52% de los consultados lo respalda, frente a un 38% que desaprueba su gestión). Y aunque en menor medida, también la consellera de Salut, Alba Vergés, obtiene más aprobados (48%) que suspensos (37%). En cambio, el responsable de Educació, el también republicano Josep
Bargalló, sufre el desgaste de una confusa vuelta al cole, ya que solo aprueba su gestión un 32% de los ciudadanos, frente a un 46% que la desaprueba.
Illa obtiene más aprobados que suspensos entre todos los grupos de votantes, salvo los del PP y Cs, aunque casi un 40% de ellos avala su actuación. La consellera Vergés, en cambio, solo aprueba entre los electores soberanistas y curiosamente lo hace en mayor medida entre los votantes de Junts (73%) que entre los de su propio partido (59%). Y en el caso de Bargalló, únicamente cosecha más aprobados entre los electores de Jxcat.
En lo relativo a qué administración debería ejercer el control en la actual fase de la pandemia, las preferencias se inclinan por el Gobierno autonómico (casi el 50% de los consultados), mientras que solo un 32,5% apuesta por el Gobierno central (y un 13% por ambas administraciones). En este caso, los votantes del PSC, Catcomú e incluso Cs se muestran bastante divididos. Por contra, entre el 70% y el 90% de los electores soberanistas defienden que la gestión sea autonómica.
En cambio, ante el dilema de someterse a un nuevo confinamiento si las circunstancias lo exigieran, dos tercios de los consultados consideran que la salud es prioritaria y solo un 31% se opondría “porque la economía no podría resistirlo”. Aquí, únicamente entre los votantes del PP son mayoría quienes rechazan un nuevo confinamiento.
Y, finalmente, aunque sin ningún valor estadístico, el sondeo ha detectado que la Covid-19 ha reducido los ingresos de uno de cada cuatro ciudadanos y ha dejado sin empleo a uno de cada diez. El 64% no ha notado ningún cambio en su situación económica. Los más afectados en el ámbito del empleo han sido los votantes de la CUP y el PSC.