Eufemístico Simón
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En mi tierra al pan se le llama pan y al vino, vino, pero a Fernando Simón, el delegado del Gobierno para Emergencias, le debe de gustar el vino rosado y el pan de molde.
Lo contrario de bueno es malo, pero decir que la situación de la pandemia “no es buena” viene a significar que es menos mala, por no decir catastrófica, palabra que no ha querido pronunciar Simón, y es muy de agradecer, más por sus buenas intenciones que por ser o no ser cierta la noticia.
Señor Simón, a estas alturas de la película de terror que estamos viviendo, en la que somos todos protagonistas, no hay que andarse con florituras ni con eufemismos, que ya somos mayorcitos y se pueden decir las cosas como son, sin estridencias ni alarmismos, pero con claridad y rigor.
No entiende por qué en los momentos más dramáticos se nos daban todo tipo de datos y detalles de lo que estaba sucediendo, y ahora se nos administra la información con cuentagotas, dosificada y edulcorada. Será, quizás, porque la vacuna está ya muy cerca y no quieren asustarnos de más. Ojalá.
Enrique Stuyck Romá
Madrid